domingo, 27 de enero de 2013

Enciclopedia del misterio - SECCIÓN I: Magia e ilusionismo

Enciclopedia del misterio - SECCIÓN I: Magia e ilusionismo.
Enciclopedia del misterio - SECCIÓN II: Mundos perdidos.
Enciclopedia del misterio - SECCIÓN III: Personajes extraños.
Enciclopedia del misterio - SECCIÓN IV: Superticiones.
Enciclopedia del misterio - SECCIÓN V: Mitos inquietantes.








La diferencias entre magia e ilusionismo


Desde hace al menos un siglo, llamamos "magia" a un espectáculo concebido para el entretenimiento y la diversión del público en presentaciones individuales o en el contexto de otros actos, como el circo en su versión más refinada y también la más popular. Un hombre elegantemente vestido es la principal figura de la presentación, lleva un chaqué, se cubre la cabeza con un sombrero de copa y mediante diversos implementos (el más característico es una varita) ejecuta distintos trucos que van desde la inesperada aparición de conejos hasta el vuelo de los naipes o la desaparición de su asistente. Su trabajo puede ser tan elaborado como las exhibiciones que realiza David Copperfield. Estos actos que llamamos "magia" deben llamarse, con mayor propiedad, ilusionismo.


La esencia del ilusionismo (una práctica que hoy se considera en el conjunto de las artes escénicas) consiste en usar la habilidad y el ingenio para producir, a través de medios artificiales, efectos sorprendentes, maravillosos e inexplicables, cuya causa desconocen quienes presencian la ejecución de estos trucos. Se basan en "trampas" que, 3 de acuerdo con la Real Academia de la Lengua, son los ardides que se usan para provocar los efectos que ya hemos mencionado. Los grandes ilusionistas se hacen pasar por magos en la medida en que aparentan hacer realidad lo imposible, hacer uso de las fuerzas sobrenaturales para presentar desapariciones, transformaciones y lecturas de la mente. Tales son solo algunas variedades de la llamada "magia de salón" que se divide en varias especialidades. Aunque hubo antecedentes en siglos anteriores, el origen de estos espectáculos ocurrió en el XIX, con el auge de lo paranormal como entretenimiento de salón.
La magia es un fenómeno cultural mucho más amplio y complejo que el ilusionismo y no está basada en trucos o engaños. Es un medio alternativo de racionalidad que apela a las fuerzas sobrenaturales y ocultas que supuestamente gobiernan al mundo para efectuar un cambio material en este. En la tradición occidental la magia se distingue de la ciencia y la religión; sin embargo, los límites entre un enfoque y otro permanecen sujetos a debate. Digamos, para concluir, que el ilusionismo es, simplemente, una imitación de la magia para fines de entretenimiento, aunque a veces se use el término "magia" para designarlo.
















Enciclopedia del misterio - SECCIÓN II: Mundos perdidos

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¿Qué es una utopía?

En términos generales podemos definirla como una comunidad ideal cuyos miembros viven en perfectas condiciones, un proyecto tan difícil de lograr que el propio vocablo "utopía" se refiere hoy a una serie de objetivos o reformas que resulta imposible alcanzar dado el orden actual de los acontecimientos. Aunque la esperanza de semejante sociedad ya existía desde siglos anteriores, con ejemplos como La República de Platón, el concepto tal como lo conocemos hoy procede de un tratado del filósofo inglés Tomás Moro (1478-1535), conocido como Utopía y publicado en 1516.


La sociedad ideal propuesta por Moro es una ciudad-estado con políticas comunistas, gobernada por la razón, todo un contraste con respecto a la Europa de su tiempo, en la que prevalecían las guerras, la corrupción, el autoritarismo monárquico y los intereses de los gobernantes por encima del bienestar de los gobernados reducidos al vasallaje. El protagonista del libro de Moro, un misterioso viajero llamado Raphael Hythloday, sostiene que el comunismo es la única cura contra el egoísmo del ser humano, cuya naturaleza lo inclina a anteponerse a los demás, dinámica que da origen a todos los conflictos que cimbran a la humanidad.


Desde Moro hasta nuestros días diversos autores han planteado sus utopías, algunas solo especulativas, para criticar el estado de las cosas, y otras prácticas, como proyectos reales para la construcción de una sociedad mejor. Las utopías se han propuesto también como meros ejercicios de ironía sobre los extremos negativos a que puede llegar la sociedad actual o futura, un subgénero conocido como distopía (antiutopía) y practicado por pensadores tan incisivos comojonathan Swift. En sus diversas variantes de todas las épocas, el género ha tenido un impacto decisivo en el pensamiento político y la ciencia ficción.

 














Enciclopedia del misterio - SECCIÓN III: Personajes extraños.

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Enciclopedia del misterio - SECCIÓN IV: Superticiones.
Enciclopedia del misterio - SECCIÓN V: Mitos inquietantes.




El hombre del aeropuerto.

La película de Steven Spielberg, La Terminal, protagonizada por Tom Hanks, conmovió a los cinefilos del mundo al mostrar a un hombre que queda atrapado en el aeropuerto JFK, puesto que al desintegrarse las fronteras de su país, su pasaporte y visa ya no tenían valor. Más allá de las luces de Hollywood y del glamour de las estrellas del celuloide, este interesante guión está basado, por desgracia, en una historia real: la historia de Merhan Karimi Nasseri. Más conocido como Sir Alfred, Nasseri llegó al aeropuerto Charles de Gaulle el 8 de agosto de 1988, ya que debió abandonar su país natal, Irán, por ser contrario al régimen. Su plan era ir de Francia a Inglaterra, donde quería radicarse, pero en su periplo entre estos dos países, le robaron la maleta con su documentación, por lo que permaneció cuatro meses detenido en la Terminal 1 del Charles de Gaulle. Una vez dejado en libertad, Nasseri no pudo salir del aeropuerto, ya que al no tener documentos, no podía pisar suelo francés. Así pasaron 18 años —en los que batalló mil veces por regularizar sus documentos— tiempo en el que este apatrida no le preocupó a ninguna organización, Estado ni ONG, solo a los trabajadores del aeropuerto que se convirtieron en su familia: lavaron su ropa, hicieron colectas para comprarle alimentos y le hicieron compañía en su sillón rojo de la Terminal 1, ya que no conoció nunca la Terminal 2.


En 1999 Bélgica le dio asilo político, pero Sir Alfred se negó, argumentando que él no era un mendigo, que tenía dignidad y que no existía sin el aeropuerto. Su sueño, tras recibir más de 250 mil dólares de parte de la productora de Spielberg, que llevó su historial al cine, era vivir en Estados Unidos. En 2006 fue hospitalizado, siendo trasladado al Centro de caridad Emmaus en el distrito 20 de París.













Enciclopedia del misterio - SECCIÓN IV: Superticiones

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Enciclopedia del misterio - SECCIÓN V: Mitos inquietantes.




¿Qué opina la religión católica
de las supersticiones?

Las considera formas erróneas y fallidas de relacionarse con el poder divino y las clasifica en cuatro tipos diferentes: 

1) culto indebido al verdadero Dios; 
2) idolatría, o veneración a seres o imágenes distintos al Dios verdadero; 
3) adivinación; y 
4) observancia inútil de ritos mágicos y artes ocultas.

De acuerdo con esta visión las supersticiones tienen siempre un origen subjetivo basado en la ignorancia de las causas naturales de los procesos y fenómenos o en una interpretación errónea de estos. La mejor explicación se encuentra en el Libro de la Sabiduría: "[Los hombres] tomaron por dioses rectores del Universo al fuego, al viento, al aire sutil, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a los astros luminosos del cielo".


A pesar de que la expansión del catolicismo eliminó gran parte de la creencia en las supuestas fuerzas ocultas de la naturaleza y los objetos, esta estaba tan arraigada en algunas culturas que persiste hasta la actualidad, cuando la iglesia la considera una transgresión del Primer Mandamiento, de acuerdo con el cual se prohibe anteponer otros dioses al Dios único del catolicismo. Dentro del propio catolicismo también han existido supersticiones, como la de creer que las misas deben oficiarse muy temprano para que sean más efectivas. Otras, que parecen tales a quienes no son católicos (por ejemplo, encender cirios, rociar agua bendita, rezar un número determinado de rosarios, considerar que un lugar es sagrado por diversas circunstancias o que las reliquias de los santos pueden promover milagros) se consideran "creencias piadosas". Aunque no son verdaderos actos de culto ayudan, en cierta manera, a difundir y arraigar el catolicismo entre las personas.