domingo, 21 de octubre de 2012

Stanley Kubrick, sus secretos develados



Siendo fascinante desde el punto de vista cinematográfico, el análisis de las obras de Stanley Kubrick admite otras perspectivas más inquietantes. De hecho, varios de sus filmes más relevantes destacan por su lenguaje subliminal y sus símbolos más o menos evidentes. El resultado de un estudio a fondo de sus películas abunda en una polémica idea: el director norteamericano pudo tener conocimiento de los siniestros planes de alguna importante sociedad secreta.
por ROBERT GOODMAN

Tras el éxito de Lolita (1962) y Teléfono Rojo: Volamos hacia Moscú (1964), Kubrick empezó el rodaje de 2001: Una Odisea del Espacio (1968), tomando como punto de partida un cuento de Arthur C. Clarke, que luego se convertiría en un libro homólogo. Considerada desde el presente, parece que la elección de este título no fue aleatoria. ¿Por qué 2001 ? Todo el mundo recuerda la tragedia del 11-S, ocurrida ese mismo año, y cómo desde entonces nada es Igual. Con el paso del tiempo, van apareciendo más evidencias de que fue un golpe desde dentro para acelerar la venida del Nuevo Orden Mundial, planeado por la masonería superior y por los Illuminati desde el siglo XVIII. ¿Qué tienen que ver estas sociedades con Kubrick? Pues mucho.

¿UN DON PROFÉTICO?
Para empezar, entre 1968, año del estreno de la película, y 2001 hay «33» años, y este número tienen mucha importancia para los Illuminati. En la película vemos cómo 18 meses antes de la misión a Júpiter, en 1999, los norteamericanos descubrieron un monolito negro en una zona de la Luna. Reciben la visita de Floyd Heywood, el Jefe de Seguridad de la base lunar, que acompaña a dos astronautas para unirse con otros tres que los esperan en el lugar de la excavación del monolito. Cuando bajan una rampa, vemos los soportes metálicos que sostienen las rocas extraídas. Su diseño tiene una similitud asombrosa con la estructura torcida de los restos inferiores de las Torres Gemelas, poco tiempo después del 11-S. Esto no es casualidad, ya que, en 1993, detrás de una de las torres, se construyó un enorme monolito negro como homenaje a Stanley Kubrick por su película 2001. Esta mole de cristal teñido de negro estaba en el Hotel Hilton Milenio, en Manhattan, y después de los atentados la vimos cubierta de polvo como mirando hacia los escombros y restos de las Torres Gemelas. ¿Estamos frente a un don profético o la revelación de un hecho planeado? En la última parte de la película, Mas Allá de Júpiter y el Infinito y después de entrar el Stargate entre las lunas de Júpiter, Bowman experimenta un proceso de envejecimiento acelerado. Durante este proceso le vemos caminando en una habitación neoclásica. Mientras, se oyen unos sonidos metálicos parecidos a los ruidos amplificados de Júpiter y otros planetas. Desde mediados de 2011, se están oyendo extraños sonidos que parecen provenir de las nubes, el cielo o el mar y, en algunos casos, son Idénticos a los que Kubrick emplea en la escena de la habitación. ¿Intenta Kubrick avisarnos de que, entre 2011 y 2012, se avecina un cambio trascendental para la especie humana?


Es probable que Kubrick hubiera leído Die steine sprechen (Las piedras hablan), publicado en 1927 por la austríaca Vicki Baum. Este libro dedica un capítulo a la profecía escondida en la Gran Pirámide, que vaticina que en 2012 el mundo cambiaría. Según el mismo, en la escalera que conduce a la Cámara del Rey, correspondiente al año 2001, se descubrió una extraña losa de piedra negra en el techo, muy parecida al monolito de la película, y que está justo en un estrechamiento a baja altura de la escalera, a lo largo del tramo que corresponde a los años 2001 a 2012. La única forma de llegar a la Cámara del Rey (2012) es agachándose. Precisamente, entre 2001 (11 -S) y hoy (septiembre 2012), la humanidad está siendo obligada a apretarse el cinturón y aguantar precarias condiciones de vida. De una manera u otra, esta situación habría de cambiar cuando la humanidad llegara a la Cámara del Rey a finales de 2012: el Fin de los Tiempos según los mayas y los egipcios.


EL MÉTODO LUDOVICO
Un poco antes de terminar el rodaja de 2001, Kubrick leyó una novela de Anthony Burgess que sería la base de La naranja mecánica, estrenada en 1972. Casi totalmente fiel al texto, excepto por el último capítulo, el director realiza una película de extrema violencia, que pretendía retratar un futuro donde las bandas de delincuentes se dedican a violar, robar y dar palizas a los indefensos. En el filme, el líder de esa banda de cuatro miembros es Alex, personificación del mal y, a la vez, amante de la Sinfonía N° 9 de Beethoven. La pandilla se reúne en un lugar donde toman leche mezclada con estimulantes, para activar su naturaleza agresiva y prepararse ante una noche de violencia.



En un momento dado, roban un deportivo y se detienen en una vivienda de las afueras, accediendo a ella tras fingir un accidente y pidiendo llamar por teléfono. Una vez dentro, violan a la mujer que les abre la puerta, y dan tal paliza a su marido, un escritor, que le dejan parapléjico. La noche siguiente, después de pelearse entre ellos, la banda acude a otra casa, donde vive una profesora de yoga rodeada de gatos. Alex entra primero, encuentra a la mujer y la mata con la escultura de un enorme falo. Cuando se dirige a la puerta principal para dejar pasar a sus colegas, llega la policía. Le detienen y le acusan de asesinato, por el que es condenado a 14 años de cárcel. Al cabo de dos, se presta para un experimento, el «tratamiento Ludovico», en fase experimental, que pretende librarle de la agresividad para reinsertarle en la sociedad. Le atan a una silla bajo los efectos de una droga, obligándole a mantener los ojos abiertos. Le hacen ver películas violentas, una de las cuales incluye en su banda sonora la novena sinfonía de Beethoven. Con solo dos semanas de tratamiento, está preparado para participar en una prueba ante la prensa y miembros del Gobierno. Aprueba con honores y le ponen en libertad. En su primer día fuera, se va encontrando con aquellos a quienes maltrató y se convierte en su víctima. Acaba en la casa del escritor parapléjico que le secuestra y le obliga a escuchar la novena de Beethoven una y otra vez. Asqueado, Alex intenta quitarse la vida tirándose por una ventana. A pesar de las múltiples fracturas, no muere y despierta en un hospital donde le operan para devolverle a su estado original. El ministro de Interior responsable del Método Ludovico quiere recompensarle, y le ofrece trabajo a cambio de su colaboración con la prensa. Por fin, Alex puede escuchar a su querido Beethoven sin sentirse enfermo y disfrutar al visualizar actos de violencia. Según Paul Duncan, autor de Stanley Kubrick: Filmografía Completa (Taschen), el director cree que el mensaje de la novela de Burgess es que el hombre debe poder elegir entre el Bien y el Mal, incluso si opta por el Mal. La negación de esta elección le convierte en algo no humano, una naranja mecánica.




BURGESS Y EL MK-ULTRA
En una biografía escrita por Roger Lewis sobre la vida de Anthony Burgess, la inspiración para escribir La naranja mecánica fue consecuencia de la violación de su propia mujer por parte de cuatro soldados norteamericanos en la época de la Guerra de Vietnam y, también, de su trabajo en los Servicios Secretos Británicos y la CÍA en experimentos de Control Mental, llevados a cabo en la actual Indonesia, en la década de los cincuenta del siglo pasado. Es relevante mencionar que prácticamente todos los agentes británicos que han trabajado en este tipo de proyectos son masones de alto grado (ver recuadro). Fue allí, en el sudeste asiático, donde participó en pruebas de control mental para provocar respuestas emocionales en el cerebro, mediante el placer y el dolor. Estas técnicas habrían sido las mismas desarrolladas en EE UU por médicos nazis, establecidos en ese país gracias a la Operación Paperclip. Supuestamente, algunos de estos científicos habrían trabajado con la CÍA perfeccionando un sistema llamado MK-Ultra, donde la inicial «K» proviene de la palabra alemana Kontrolle.
Después del fracaso europeo de su filme Barry Lyndon, Kubrick se puso a trabajar en una película de terror, El resplandor (1980), sobre la base de una novela de Stephen King. Hay varias diferencias entre el libro y la película, y es obvio que cambia algo cuando quiere revelar un hecho no visible a primera vista. Distintos Investigadores han descubierto diferentes anomalías. En particular, un director de cine norteamericano, Jay Weidner, Interpreta El resplandor como un análisis profundo de Kubrick. Jack Torrance, el vigilante del Hotel Overlook, representa su lado racional, práctico y ambicioso, dispuesto a todo para conseguir su objetivo. Por otra parte, su hijo, Danny, es su lado intuitivo, inocente y demasiado confiado en los extraños, a quienes habla dándoles demasiada información. Wendy, la esposa del protagonista y madre de Danny, representa a Cristiane, la mujer de Kubrick.


JUEGA CON NOSOTRAS
En la primera parte de la película, Jack acepta el trabajo en el hotel, a pesar de haber sido informado de los asesinatos que se habían cometido allí en el pasado. En su primer día de estancia, toda la familia conoce a Dick Halloran, el cocinero del hotel que comparte con Danny su capacidad psíquica, llamada precisamente «Resplandor». Dick le pide a Danny que no se acerque a la habitación 237 y, en mi opinión, el significado de este número es lo que Kubrick quiere revelar. Al principio, JackTorrance, que se supone que ha aceptado ese trabajo para poder escribir una novela, no consigue inspirarse. Le vemos lanzando una pelota a una de las paredes en la que hay colgado un gran tapiz indio. Tras un último lanzamiento, hacia una pared distinta, la pelota rebota y desaparece en las sombras.


Al cabo de un mes de estancia en el hotel, el invierno llega mediante una gran tormenta. Jack, su familia y el Hotel Overlook están aislados por la nieve. En esta parte de la película, Danny conduce su coche de pedales por los pasillos del hotel, cuando ve a las hijas del anterior vigilante. Las niñas se dirigen a Danny desde su posición dlciéndole: «Ven a jugar con nosotras, Danny. Para siempre». Danny, atemorizado, se da media vuelta y huye (para Weidner, esta llamada significa una clara invitación a Kubrick para que se una a los Illuminati, una invitación que posiblemente acepta).
En otra escena, Wendy descubre que en la habitación 237 se hospeda una mujer decrépita, que había atacado a Danny cuando éste entra en la misma, cuya puerta estaba abierta, y le pide a su marido que investigue. Como lo que ocurre allí es un secreto, Jack miente a su mujer. No convencida, ella se arma con un bate de béisbol y busca a la intrusa. Es entonces cuando descubre que Jack, durante todo el tiempo de su estancia, solo ha escrito una frase que se repite cientos de veces: All work and no play makes Jack a dull boy (Todo exceso de trabajo sin descanso me hace aburrido). La frase en inglés tiene 33 letras y probablemente sea un mensaje entre masones.
En este punto, Wendy (Christiane) le pide a Jack (Kubrick) que deje su compromiso, a lo que él se niega porque está obligado a continuar.


Mientras tanto, Danny emplea sus capacidades psíquicas para atraer a Dick Halloran desde Florida hasta el hotel. Cuando llega Halloran, Jack lo asesina. Kubrick quería contar algo muy especial en esta escena. Probablemente, su lado inocente, representado por Danny, informó a alguien que él (Kubrick) había llegado a un acuerdo secreto con su Gobierno, en tanto que Halloran sería la persona que representa a quien Kubrlck reveló los detalles de este acuerdo y, por lo tanto, era necesario eliminarle. Por eso Kubrlck tuvo que esconder toda esa Información crucial dentro de la estructura de la novela de Stephen King. El gran director norteamericano quería revelar la verdad, pero también temía por su vida.





OJOS CERRADOS O... ¡MUERTE!
En su última película, Eyes Wide Shut (1999), Kubrick pone toda la carne en el asador, a través de sus ahora evidentes y continuadas denuncias contra la Alta Masonería y los Illuminati. La película se basa en la novela Relato soñado, escrita en 1925 por el autor Arthur Schnltzler (coetáneo de la mencionada Vlcki Baum y, como ella, nacido en la capital austríaca), y trata de la decadente sociedad vienesa de finales del siglo XIX y principios del XX. Kubrick nos presenta a una élite dormida en la sociedad de hoy, como si vivieran en un sueño. Ese estado provocado por el control mental -MK-Ultra- y que el director nos enseña con referencias verbales y visuales al arco iris (Rainbow), una clave importante en este tipo de programación. Pongamos un ejemplo. Al principio de la película, el protagonista, Bill Harford -encarnado por Tom Cruise- habla con dos modelos. Bill les pregunta a dónde van. Una de ellas dice: «Hasta el final del arco iris», que es el título de una canción de la película El mago de Oz y que se  utiliza en el Control Mental para niños.
Veamos otro. Como consecuencia de una Información que Nick Nightingale (el pianista) facilita a Bill durante su actuación en el Club Sonata, éste decide visitar la mansión a la que el planista piensa acudir. Sin embargo, Nick le dice que no es posible que vaya, ya que tiene que ir disfrazado, con capa y máscara, y a esas horas de la madrugada es difícil encontrar una tienda abierta. Pero Bill, que es médico, tiene un cliente que vive en el mismo edificio donde hay una tienda de disfraces que, curiosamente, se llama Rainbow (arco iris). A continuación, se dirige a la tienda y llama al timbre, a sabiendas de que, aunque está cerrada, el propietario vive allí.


La tienda es la tapadera de algo muy siniestro. El dueño, además de alquilar disfraces, también es el proxeneta de su hija menor y ofrece sus servicios a los mejores compradores. Es la típica esclava sexual creada por el Programa MK-Ulltra Monarch, traumatizada desde su más tierna infancia para disociar su personalidad en diferentes alter egos. La chica no parece estar disgustada con su padre y, al terminar con dos clientes orientales, se acerca a Bill Haríord susurrando en su oreja una frase de 33 letras: You should weara cape lineó with ermine (Debes llevar una capa forrada de armiño). Estas capas han sido llevadas por los descendientes directos de los Annunaki -dioses extraterrestres súmerios- desde hace miles de años. Con ellas se celebrarían los rituales de sangre en las mansiones de los Illuminati, donde se sacrificarían niños y jóvenes para beber su sangre y así incrementar su poder. Pertrechado con su capa y una máscara, Bill Hartford (Tom Cruise) acude a la mansión en taxi. Para que le permitan entrar, dice la contraseña que le había dado su amigo Nlck: Fidelio. Una vez en su interior, Harford se descubre en mitad de la celebración del ritual de una siniestra Sociedad Secreta, con orgía incluida. Al fondo, se oye una especie de canción litúrgica cantada al revés.
Algunos investigadores creen que es una misa ortodoxa rumana. Además, se oye una voz solista. Otros sostienen que canta al revés un himno de veneración al faraón Keops, cuya letra habla de ofrecer el sacrificio de niños y bebés al soberano. Exactamente 666 días después (ver recuadro) de entregar una versión editada de Eyes Wide Shut a la productora Warner Brothers, en 1997, Stanley Kubrick falleció mientras dormía, en abril de 1999, supuestamente a causa de un infarto. Según su esposa, Christiane, Kubrick no tenía antecedentes de enfermedades coronarias, aunque en aquel entonces estaba muy preocupado por la pérdida de su hija favorita, Viviane, con la que había perdido todo contacto después de que ésta hubiese entrado en la iglesia de la cienciología.

NOS VAN A ENVENENAR
Hay quien piensa que Kubrick fue envenenado con una sustancia Imposible de detectar una vez cumplida su función. En defensa de esta teoría, estaría el hecho de que, en sus últimas voluntades, dejó instrucciones para ser enterrado en el jardín de su mansión. Al parecer, pensando que en el futuro habría medios para detectar dicha sustancia. En este sentido, en 2002, Nicole Kidman (Alice, la esposa de Bill Harford en Eyes Wide Shut) declaró a la revista norteamericana The National Enquirerque, durante la producción de Eyes Wide Shut, Kubrick les aseguró: «Nos van a envenenar a todos, tan rápidamente que no tendremos tiempo ni para estornudar». 



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Enigmas & Casos Paranormales. 

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1 comentario:

  1. Creo que hay muchas cosas en las películas de Kubrick que son tan raras que a todos nos gustaría entenderlas, como que metía muchos símbolos en todas, yo vi en hbo go la de El Resplandor y creo que es de las mejores películas de terror que hay, es perturbadora y quizá es por todos esos símbolos y significados ocultos que tiene.

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