domingo, 1 de abril de 2012

Debes estar loco...


¿HASTA QUÉ PUNTO CREES QUE ERES 'NORMAL'? EN OCASIONES, ADMÍTELO, TIENES PENSAMIENTOS QUE A NADIE CONFIESAS Y ACTÚAS DE MANERA INEXPLICABLE. PORQUÉ ESTO OCURRE SI ELIGES LOS SÍNTOMAS QUE MEJOR VAYAN CONTIGO.
POR BENJAMÍN ACOSTA


Nadie está conspirando en tu contra ni te siguen a todas partes. No eres el superhombre imbatible ni el genio sabelotodo, como tampoco te has convertido en un lastre social." Esas parecen ser algunas ideas que los especialistas utilizan durante sus terapias con pacientes diagnosticados con desajustes mentales relacionados con su comportamiento. Resulta superficial llamarlos 'freaks' o 'raros', puesto que el asunto de los trastornos de la personalidad puede convertirse en algo realmente grave de no controlarlo a tiempo y en forma. Por lo que después de leer este artículo no estaría de más verte frente al espejo en lugar de 'criticar' al vecino porque todas las mañanas cumple con el ritual de lavar su auto durante dos horas, o por no entender la inestabilidad emocional de tu compañera de trabajo que un día te juega una broma y al siguiente no te dirige ni el saludo.


NO ES LO MISMO ESTAR RAYADO...
Debe quedar claro: todos sin excepción contamos con rasgos en nuestra personalidad y eso es lo que justamente construye nuestra manera de ser y el modo como enfrentamos lo que nos rodea. El problema aparece, dice el psiquiatra Aldo Suárez, cuando esas características son "tan exageradas que este patrón, con el cual nosotros respondemos al mundo, empieza a ser muy inflexible o inadaptativo". Y para ejemplificar esto podemos pensar en alguien -quizá nosotros mismos si es el caso-con ciertas manifestaciones obsesivas como pueden ser la puntualidad intachable, una limpieza exagerada o tener todo en estricto orden y bajo control absoluto. Todo ello puede considerarse como 'normal' hasta llegado el momento que cause un desajuste y que, por esa misma obsesión, "no se cumple con las actividades a realizar, como el trabajo mismo, porque de manera obligada el individuo espera la perfección", continúa Aldo Suárez. En esos casos cuando los niveles de ansiedad terminan por bloquear a la persona introduciéndola en un círculo de indecisión, que impide avanzar con las tareas cotidianas, surge el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) de personalidad, uno de los más comunes. La psicóloga Gabriela Cámara, especialista en el apoyo a familiares de personas con alguna disfunción mental, comparte en ese sentido un ejemplo en el que una enfermera con ese trastorno resulta muy útil dentro del quirófano, pero no así en su casa. "Como instrumentista es infalible porque todo lo contabiliza y nada falta, pero su familia no la soporta por el orden que impone junto con una serie de rituales domésticos". Otro aspecto es la desconfianza que, si bien todos la sentimos en algún momento, de alcanzar niveles extremos deriva en una paranoia que requiere de un tratamiento profesional. De otra manera el individuo no podrá relacionarse socialmente al sentir una amenaza constante por parte de todos los que se cruzan por su camino. "Definitivamente cada uno de nosotros tiene cierto nivel de desadaptación al ambiente", dice el psicólogo clínico Jose-luis Canales. "En la sociedad en la que vivimos no se puede decir que alguien tenga una adaptación totalmente sana."

HA NACIDO UN LOCO
La psiquiatra Martha Ontiveros, quien es educado e interactúa con la sociedad". De ahí que los orígenes de los trastornos de la personalidad se consideren multifactoriales, al añadir en algunos casos el abuso de alCohol, tabaco y drogas que actúan como un 'disparador' de algo que pueden guardar nuestros genes. Si bien se considera que el temperamento es algo que "se dice que la personalidad "se conforma por la vulnerabilidad genética que define ciertos rasgos de personalidad, así como por la manera en que cada trae de fábrica", como lo señala el doctor Suárez, la personalidad se forja por medio de lo que cada quien vive y biológicamente es por naturaleza. Es por ello que un niño al mostrar timidez, de no ser estimulado por sus padres, al crecer es muy probable que le resulte difícil relacionarse con los demás. "Si a lo largo de la vida los padres, lejos de otorgar confianza y mayor autoestima, actúan inhibiéndolo, puede ser un individuo 'evitativo' después de los 18 años", ejemplifica Ontiveros.
Por otra parte, hay estudios genéticos que ya precisan dónde se encuentra el factor que causa determinados desajustes. "Por ejemplo, en el trastorno de evitación hay genes que se han identificado directamente para provocar esta tendencia a la introspección", dice Suárez, quien tiene un posgrado de ciencias médicas en investigación clínica.
De acuerdo con el autor Hans Eysenck, citado por el mismo médico, los trastornos de personalidad ansiosos-temerosos, se identifican en "algunos marcadores genéticos que se dan frecuentemente en este tipo de pacientes, concretamente con el cromosoma 17, en una parte específica que se llama U12." Y más de uno tiene la marca.

ENTRE PSICÓLOGOS Y PSIQUIATRAS
Visitar a un especialista dependerá del trastorno que se trate. Cuando hay síntomas depresivos, de ansiedad o incluso de impulsividad, un psicólogo puede ayudar siempre y cuando no se requiera de un tratamiento farmacológico, puesto que los indicados para ello son los psiquiatras, aunque no se trate de un factor determinante. "La gente tiene la idea de que al visitar a un psiquiatra el tratamiento necesariamente tiene que ser con fármacos, pero no es así, puesto que también contamos con el conocimiento psicotera-péutico", dice Ontiveros. "Los casos leves en ocasiones mejoran sólo con psicoterapia y los otros, moderados o graves, por lo general necesitan también del medicamento." Al final, según el caso, como indica por su parte Aldo Suárez en relación con los psicólogos, "hacemos trabajos complementarios".
Mediante la psicoterapia se identifican los rasgos que perjudican al individuo en su relación con los otros. Si bien, aseguran los especialistas, los seres humanos no cambiamos un 100%, las sesiones contribuyen a mejorar los elementos que los hacen inestables en términos sociales. En los casos de los trastornos paranoide, antisocial, esquizotípico y limítrofe de la personalidad, está comprobado que se requiere además de un manejo farmacológico.


MISIÓN IMPOSIBLE
Los especialistas entrevistados concuerdan en que es el trastorno limítrofe de la personalidad el que resulta más complicado para controlar. "Tiene que ver con conductas muy disruptivas, dice Suárez, mientras que el psicólogo Joseluis Canales confiesa no recibir a un paciente con ese diagnóstico, pues lo indicado es que la persona sea atendida por un psiquiatra.
Suele confundirse a la bipolari-dad con el trastorno limítrofe o 'border' de la personalidad, pero las diferencias son significativas al acercarse a su sintomatología. Mientras en el limítrofe se manifiestan cambios muy bruscos en el estado de ánimo (en la línea de "hoy te quiero, mañana te odio"), el bipolar o maniaco-depresivo pasa de estados de euforia e hipomanía a la depresión absoluta, no en cuestión de días sino por temporadas que tienden a prolongarse durante semanas o meses. Una montaña rusa emocional que puede ser devastadora tanto para quien la padece como para aquellos que viven con esa persona. "Es común que se queden solos", dice Gabriela Cámara, quien además forma parte de la mesa directiva de la Federación Mundial de la Salud Mental. "Por lo general quienes los ayudan son los hermanos o los padres, pero pierden a su pareja y a los hijos."
El médico Aldo Suárez coincide en el hecho de que "se ha incurrido en un exceso con el asunto de la bipolaridad, por lo que el término debe ser utilizado con mucho cuidado". A lo que Canales añade: "Se trata de una tendencia favorable sobre el diagnóstico de la enfermedad porque antes había poco conocimiento al respecto". En ese sentido, concuerdan, la población en general necesita informarse antes de trivializar un trastorno que es muy serio.






No TODOS SON LO QUE PARECEN
Superficialmente el asunto bipolar podría catalogarse como parte de los trastornos de la personalidad, pero de acuerdo con la nosología psiquiátrica éste se encuentra en el apartado de los trastornos afectivos, el cual implica una severa dificultad en las relaciones personales "a partir de patrones permanentes e inflexibles de la experiencia emocional interna y del comportamiento", explica la psiquiatra Ontiveros. Una persona bipolar tendrá a lo largo de su vida esa alternancia de episodios maniaco-depresivos en los que contrastan síntomas de hiperactividad y júbilo con una fatiga lacerante e incluso intentos suicidas muy serios como consecuencia de la tristeza profunda que los invade. "La diferencia entre ambos trastornos (bipolar y limítrofe) no es una que puede establecer toda la gente, sino que el psiquiatra debe definir reuniendo toda la información del paciente", continúa la profesional. "Para hacer las cosas más difíciles a veces un paciente con trastorno bipolar puede también tener trastorno límite de la personalidad, lo cual hace complicado el diagnóstico y el tratamiento." Pero a la gente ajena puede convenirle que estos trastornos sean cada vez más comunes.


GRAN NEGOCIO
Definitivamente la industria farmacéutica con las enfermedades psicológicas o con los trastornos mentales se ha visto altamente beneficiada por un elevado consumo de medicamentos, en buena medida antidepresivos y ansiolíticos.
En los casos que así lo requieran, la medicación tiene que ser de por vida para mantener controladas las manifestaciones del trastorno que se trate, lo que representa una opción "para que el paciente no la pase tan mal", dice Aldo Suárez.
En Chile existen laboratorios transnacionales que ofrecen en el mercado medicamentos psiquiátricos conocidos como psicofármacos. El menú consiste en antidepresivos, antipsicóticos, tranquilizantes, benzodiazepinas y estabilizadores del estado de ánimo como el litio (usado para el trastorno bipolar), ácido val-proico y la carbamazepina (para controlar la impulsividad). Con el tiempo la especia-lización de esta clase de
medicamentos ha reducido el impacto de los efectos secundarios. Si bien en los años sesenta se consideraba un riesgo tomar un antidepresivo, ahora muchos de ellos "tienen tan pocos efectos colaterales que ya no son una preocupación", indica Suárez. Por otro lado, se encuentran los ansiolíticos, cuyo desarrollo representa de igual manera el satisfacer las necesidades de un nicho importante para la industria farmacéutica. "Desde luego que (los laboratorios) tienen toda una visión de mercado de lo que pueden ser todas las enfermedades y es así como ellos funcionan, a diferencia de los médicos, quienes sólo hacemos uso de lo que ellos nos brindan", apunta el médico especialista.
"Tenemos ahora recursos farmacológicos muy buenos que permiten una recuperación aceptable, reintegrando de ellos, pero que además de inhibir la serotonina lo hacen también con otro neurotrans-misor que es la noradrenalina, destacan: Efexor y Cymbalta.
Debido a la gran demanda que se registra alrededor de esta clase de drogas y las consiguientes ventas millonarias que genera en todo el mundo, la industria farmacéutica continúa explorando nuevas sustancias o bien desarrolla la siguiente generación de las mismas. La investigación detrás de un fármaco puede llevar años y al menos un millón de dólares. En ese aspecto, los derechos de patente se vencen en un periodo de nueve años, después un mercado negro para estas drogas. Por lo que no siempre se respeta en Chile la normativa de su venta que indica el Ministerio de Salud. El riesgo está en causar una dependencia innecesaria o, bien, consecuencias irreversibles. Por lo que asumir que un determinado medicamento puede resultar útil, sin el previo consentimiento de un especialista, es un error en sí mismo.
Por ello se considera un acto superficial emplear el término 'bipolar' prácticamente como un adjetivo para quien muestre si acaso leves síntomas de volubilidad en su comportamiento y que en realidad dista bastante de los agudos cambios al paciente a su vida social y laboral, dependiendo del trastorno", dice Ontiveros. "Los medicamentos cada vez actúan más rápido, son más efectivos y producen la menor cantidad de efectos secundarios posible".
Ejemplificando con antidepresivos y más allá de los antiguos tricíclicos, aparecen los inhibidores de recaptura de serotonina. donde se ubica en primer lugar el Prozac, del cual se afirma que no tiene riesgo de sobredosis a diferencia de sus antepasados. En esa ilustre familia farmacológica en contra de la depresión se ubican otros populares como Altruline y Lexapro. Parientes cercanos del cual un laboratorio pierde la exclusividad y es entonces cuando aparece el medicamento con diferentes nombres comerciales. Con ello se desata una competencia de precios simultánea a la presencia de una nueva versión del mismo solo que, como es obvio, con una fórmula mejorada.

MANÉJESE CON CUIDADO
El peligro radica, como es sabido, en la automedicación. Si bien los fármacos empleados por la psiquiatría se encuentran teóricamente regulados y establecidos como 'delicados', las reglas se infringen y existe de humor que registran índices de euforia y depresión llevados al extremo en una persona que verdaderamente presenta dicho trastorno.
Si bien no es posible aún identificar en todos los trastornos de la personalidad las causas específicas, se han señalado a la fecha, como se ha mencionado, ciertos factores genéticos que pueden hacernos proclives a desarrollar alguno de ellos, sumado a lo que el sicoanálisis identifica como 'confianza básica'. De ahí que el origen sea multifactorial y cuya solución es posible a través de la psicoterapia y, en casos más complejos, de los psicofármacos. Así que descúbrete.






Estos temas y más son publicados en la comunidad chilena de Ciencias Ocultas ,
Enigmas & Casos Paranormales. 
Opina acerca de estos reportajes en el foro de

¿Necesitas una cuenta? ¡Regístrate ahora!






No hay comentarios:

Publicar un comentario