viernes, 30 de marzo de 2012

Ellas matan así...


Es el único crimen que cualquiera podría cometer, La emoción que nos vincula a la víctima  es el móvil. Creemos que al asesinar a tu pareja cercenamos la angustia de haber dejado de ser ese que construimos dentro de su cuerpo. Este es el éxodo de quienes se atrevieron a amar hasta dar muerte.

Por Elsy Reyes
Revista CONOZCA MAS  Noviembre 2010.


El amor se transforma en un deseo aniquilante de desahogar el profundo dolor de sentirse olvidado, engañado o vilmente maltratado. En un instante la fe se nubla y todo sentido del bien y el mal nos abandona. La sangre de ese ser tan común, tan presente en nuestra vida, escurre al advertir que hemos terminado con el suplicio y que ha comenzado un duelo que no sabemos traducir. Porque matamos lo que alguna vez fue nuestra razón de respirar.
Los crímenes de pasión parecieran predecibles, cometidos por celópatas, abusadores y esquizofrénicos que encontraron placer en privar de la vida a quien no pudo amarlos. Lo cierto es que todos poseemos ese potencial homicida. Muchos de los condenados eran gente socialmente funcional, aparentemente estable que sufrió un episodio de locura, cuya génesis común fue el desamor.
El asesinato pasional es aquel que se realiza con fines de castigo a otra persona con quien se tiene un lazo amoroso o sexual por motivos generados en la relación. Los más comunes son la infidelidad, los celos, el maltrato físico o el abuso sexual hacia el cónyuge o los hijos. Sea premeditado o no. Dada la emocionalidad que lo envuelve está retacado de aristas. Tanto legales como sociales y hasta humanistas. Porque -siempre y cuando no sea concebido como respuesta a un padecimiento psiquiátrico- son crímenes conceptualizados como un merecido ajuste de cuentas. Demasiado ortodoxo, pero por encima de todo, se convierte en un hecho de impacto cuando una mujer da la nota roja. Como géneros distintos, asesinamos atendiendo a nuestra naturaleza. Y la historia ha demostrado los efectos que puede generar un corazón femenino hecho trizas.

HOMICIDIOS CON FALDA 
El asesinato por pasión habitualmente tiene un rostro masculino. Como explica Myriam Jimeno en su libro Crimen pasional: contribución a una antropología de las emociones. "El que éstos [homicidas] sean mayoritariamente hombres señala que esta acción tiene que ver con las jerarquías de género en particular con la construcción identitaria de masculinidad y feminidad". En nuestra concepción histórica de sexos, la imagen de una mujer con las manos ensangrentadas pareciera casi antinatural. De acuerdo con la doctora en psicología social Luciana Ramos Lira, "según la evidencia epidemiológica, los hombres ejercen más violencia hacia nosotras. Las mujeres tienen más riesgo de ser asesinadas por parejas o ex parejas. De hecho, las mujeres matan principalmente a familiares, a sus hijos, mientras que la mayoría de los hombres no lo hace con familiares, pero cuando sucede es a sus parejas".
Innegablemente el concepto provoca el levante de la bandera feminista. Las sociedades latinoamericanas estamos demasiado acostumbradas a observar con desfachatez una golpiza propinada de marido a mujer y con la misma venda nos cubrimos para afirmar que se trató de un crimen pasional cuando un fallecimiento fue el saldo. Es así que los especialistas en toda rama relacionada tienden a incluir el femicidio. La tendencia indica que el crimen pasional a manos de mujeres suele elaborarse como respuesta al trato que muchas reciben de sus parejas. Pero al tiempo, esa propensión impide detectar que cada vez son más aquellas que dan muerte por puro y llano amor no correspondido o intereses monetarios.
La doctora en psicología Elvia Moreno Rosales dice que "hoy día no sabemos cómo podemos reaccionar ante un acontecimiento que nos perturba. Cada vez solemos sentirnos más descontroladas debido a las cargas de estrés y las emociones de abandono y autoabandono". En el caso de las relaciones de pareja es aún más impredecible porque cada vez tenemos menos seguridad de que alguien es leal o, como malamente se comprende, 'nos pertenece'.
Ante el aumento de homicidios (pasionales o no) realizados por mujeres es imposible no aludir a una nueva configuración mental, donde también nos planteamos como justicieras. Estadísticas de criminología en Latinoamérica reportadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia muestran que por cada cinco hombres homicidas pasionales hay una mujer. La cifra hace menos de diez años equivalía a una por 12. Si retomamos la tan mencionada violencia intrafamiliar como detonante debemos también abrir la referencia sobre qué tanto colaboramos nosotras. Estamos descubriendo que nos sentimos en un mundo hostil no sólo hacia nuestro género, comprendido como machismo, sino en otra vertiente que nos toca emocionalmente: la capacidad de ser amadas. El modo más primario de responder a esa violencia implícita (o clara) es con violencia, la cual sentimos cada vez más accesible, más parte de nosotras. '¿Cuándo se había visto que una mujer le levantara la mano a su marido?', dirían las abuelas. Hoy es un hecho no de igualdad, sino de impacto sobre la figura familiar. Las lesiones y asesinatos entre cónyuges cada vez son menos exclusivos de los hombres.

RADIOGRAFÍA DE UNA ASESINA 
Las reacciones humanas pueden avisar en ocasiones, en otras nos acuchillan sin esperarlo. Nos preguntamos si existirá un perfil determinado. De acuerdo con Peña Sánchez, "sería aventurado generar un perfil, puesto que más que un asesino pasional se trata de un hecho individual o colectivo en que el crimen es ejercido como una forma de poder y control". La necesidad de inmediatez que vivimos nos demanda una guía para detectar todo riesgo, no se diga sobre quién meteremos a nuestra cama o casa. Para algunos hombres las mujeres nos hemos vuelto ilegibles porque cada vez nos planteamos más fuera del molde que toda ciencia social nos atribuyó. Estamos situadas quizás en el lapso histórico en que todavía no nos ponemos de acuerdo en quiénes somos ni tampoco en quiénes queremos ser. Y no será hasta que clarifiquemos el nuevo concepto de fémina que se halle la concordancia porque aún somos un género subdividido y en contrasentido. Pareciera irreal que a unas cuadras de una mujer que se concibe independiente e ilimitada, vive otra que aún se autoconsidera propiedad del hombre que la eligió. ¿Quiénes, aún en esa disparidad de condiciones, son las que se atreverían a matar a su hombre?
La Dra. Ramos Lira agrega que "un estudio de mujeres homicidas de su pareja mostró que las circunstancias bajo las que ellas cometieron el delito eran":      

a) Presentaban antecedentes de maltrato conyugal.
b)  Como factores desencadenantes comunes previos al momento de cometer el delito, habían sido golpeadas e insultadas por sus compañeros frente a sus amigos o personas desconocidas.
c) Ninguna negó haberlo hecho. En otro orden de ideas, la psiquiatra Adriana Montes de Oca Saucedo, especialista en violencia intrafamiliar, analiza que "no podemos generalizar que toda mujer que asesina a su compañero lo hace motivada por el maltrato. Por supuesto que existe quien un día se descubre engañada y es capaz de masacrar". El que sea menos común y por lo tanto menos estudiado en nuestro país nos impide relacionar que la idea de muerte prevalece en mayor medida en las mujeres. De acuerdo con datos sobre el suicidio, las mujeres son más propensas al suicidio, la depresión y a pensar que vale más la pena morir que vivir. "Trasladar el pensamiento de la propia muerte y llevarlo hacia quien se considera el causante de ese deseo es un pequeño paso empujado por las emociones" dice Montes de Oca. Lo anterior lleva a determinar que, pese a que no existe como tal el perfil de una mujer proclive a derramar la sangre de quien ama, sí existen señales de alarma. Sobre todo en las mujeres más jóvenes dada la soledad cada vez más visible en todo estrato social.






AMAR A MATAR
La ficción ha ensalzado a las mujeres que asesinan en el mismo orden en que una invasión alienígena o el exterminio de nuestra raza se exponen. El cliché morboso de la 'tarántula', la femme fatale con un revólver apuntando a su amante o la sociópata que se venga del sexo masculino a través de sus víctimas, nos muestra su anormalidad. Pero dados los cambios y revoluciones mentales, los fenómenos sociales y la crisis de género, ¿estaremos ante el inicio de una era de mayor violencia, donde las mujeres son más 'activas' en la construcción de crímenes? Lo que nos faltaba, la evolución del amor lastimado.
Allá afuera hay quienes meditan, estudian hasta dónde eres capaz de llegar y elucubran. Un día, cuando ratifican el engaño o el poco valor que les das, llevan a cabo el plan. Otras, en una combinación de angustia, sorpresa, ira, desilusión, estrés prolongado y en ocasiones un estado alterado se convierten en homicidas. Imposibles de precaver. Bien enunció el escritor alemán F. Heumer, "el amor tiene un poderoso hermano: el odio. Procura no ofender al primero, porque el otro puede matarte". Cuando una relación saca lo peor de  nosotros, la pasión nos sobrepasa al grado de convertirnos en peligro, no podemos intuir que merecemos amar o ser amados de ese modo. "El amor es encontrar la paz en el corazón del otro..." No en sus entrañas ensangrentadas y expuestas.


Volví en mí cuando un policía me tomó del brazo y me obligó a levantarme. Estaba llena de sangre y me asusté, creí que estaba herida. Luego me percaté de que Joaquín seguía en el piso. Era él quien sangraba y no se movía, a pesar de que empecé a llamarlo a gritos. Cuando al día siguiente me confirmaron que había muerto, simplemente me rehusé a creerlo; durante tres meses estuve esperando su llamada. Nos habíamos hecho novios dos años atrás cuando estudiábamos en la universidad. Al principio todo era color de rosa, pero pronto nuestra relación se convirtió en algo destructivo. Él me celaba mucho, trataba de controlar todo lo que hacía y me espiaba. Yo lo terminaba, pero luego me dejaba convencer ante sus promesas de cambio y volvíamos a lo mismo. Empezamos a tener peleas muy fuertes; él comenzó a tomar con frecuencia y yo a tener crisis a veces histéricas y en ocasiones depresivas. Por insistencia de mi mamá acudí a terapia. Eso me ayudó a tomar la decisión de romper definitivamente. Una semana después de hablar con él, me llamó para decirme que estaba en un hotel y se iba a suicídar por mi causa. No se me ocurrió pedir ayuda, simplemente corrí a verlo. Cuando llegué al cuarto lo encontré muy borracho. Empezamos a discutir, sacó un cuchillo que se colocó en la garganta amenazando con que se lo iba a clavar, pero a continuación se abalanzó sobre mí y nos enredamos en una lucha cuerpo a cuerpo de la que no recuerdo nada hasta que llegó aquel carabinero. En verdad, no tengo idea de haberme apoderado del cuchillo para luego clavárselo en el corazón y hundírselo varias veces en el pecho y el vientre. A veces pienso que todo esto es una pesadilla de la que no puedo despertar. Me siento triste y lo extraño mucho porque lo amaba. Me siento enojada y lo culpo porque por su causa acabamos así. 
POR MARICRUZ PINEDA SÁNCHEZ

Rebeca fue liberada recientemente luego de pasar cuatro años en prisión. Su defensa adujo un ataque de locura temporal derivada del estado de tensión emocional en que se encontraba. En la actualidad está bajo tratamiento psiquiátrico y trata de rehacer su vida.

Nota: los nombres de todos los testimonios fueron cambiados por petición de los entrevistados.


POR EL PURO GUSTO
Asesina Hilda 
Dio muerte a tres de sus amantes entre la década de los sententa y 1986 en México. El primero cuando apenas tenía 16 años, al negarse éste a fugarse con ella. Lo envenenó en la alcantarilla en la que ambos vivían con otros niños. Más tarde aniquiló con su propia navaja al padre de su hijo sin razón aparente. Luego ordenó la muerte de su 'hombre' a dos lava autos, quienes la delataron al ser detenidos. Una vez en el proceso confesó otro par de 'detallitos' Contó: "Ya no me caía bien, aunque nunca me hizo nada"

TRAICIONADA POR LESBOS 
Asesina Alicia Meza
Peruana, folclorista quien mandara a asesinar a su amante, la también conocida cantante Alicia Delgado. La relación se llenó de golpes y amenazas por parte de la homicida, quien suponiéndose engañada enjulio de 2009 contrató a un tal Mamanchu-ra, para apuñalar a su novia una noche que volvía de una presentación. Fue trasladada al Penal de Mujeres de Chorrillos, Ex Santa Mónica. Continúa en proceso judicial y de esclarecimiento. Fue un sonado crimen del mundo del espectáculo andino.

QUIEN TE MANDA HACERME ENOJAR 
Asesina Ingrid Van Bergen
Actriz alemana que el 27 de julio de 1977 fue condenada a siete años de cárcel por matar a tiros a su pareja Klaus Knath durante una discusión. "Estaba irritada y me sacó de control", declaró al ser detenida. Desde entonces, jura, no ha vuelto a tener relación alguna. "No quiero que pueda pasar lo mismo de nuevo", afirmó a los medios europeos. De 77 años es considerada la nueva estrella del Freak al ganar este año el reality show Soy una estrella, una mezcla de nuestros Fear Factor, La Academia y otros.

TRES VECES TE ENGAÑÉ... 
Asesina Marta
Santiaguina descubierta por su suegra en tres ocasiones en relaciones extramaritales. Al amenazarla con delatarla con su hijo recibió una sigilosa visita nocturna de su nuera, quien dejó las llaves del gas abiertas para evitar que despertara y fuera con el chisme. Las huellas digitales en la estufa la delataron. Considerado crimen por pasión. Tras 18 años de condena fue liberada en 2002.

EL DESAYUNO
Asesina Perla
Química colombiana que encontrara en 1978 en el auto de su concubino unos calzones que no le pertenecían mientras él dormía. Tras meses de suponer infidelidades, con calma se dirigió a la cocina y preparó un delicioso almuerzo de huevos con unas pizcas de cianuro de potasio. Al ver las convulsiones de su amado, se arrepintió y lo llevó al hospital donde fue detenida. Tras una semana en coma éste murió. Fue condenada a 22 años de prisión.


MANOS DE TIJERA 
Asesina Alia B.
Letona que al cruzarse por las calles de Madrid el 29 de septiembre de 2009 con su ex amante y su nueva novia, una mujer rusa de nombre Calina los atacara con unas tijeras. Ella murió a causa de un corte en el abdomen. Él, un peruano de 41 años, sobrevivió a las múltiples heridas que le realizó en la cabeza. La globalización a la orden del crimen pasional. Se encuentra en proceso.

PORQUE YA NOS LA DEBEMOS
Asesina Dolores
En Cochabamba, Solivia tras una infancia dolorosa, varios intentos de suicidio y un matrimonio de infidelidades mutuas, decidió, junto con su amante y hermanos, darle fin a su esposo golpeador. Abel, su amante, le disparó, pero lo dejó con el suficiente aliento para que el hermano de Dolores, Eduardo, lo acuchillara y persiguiera. Ante su resistencia, ella le dio el último golpe con un martillo dejándole un boquete de diez centímetros en el cráneo. Se encuentra cumpliendo una pena de 27 años y seis meses.

PORQUE MI MENTE LO DECIDIÓ 
Asesina Clara, 'La Fantasiosa'
Mujer argentina que sospechaba de todas las que se le acercaban a su marido. Pero no sólo era desconfiada, era presa del delirio. Ni su marido ni su psiquiatra la tomaban en serio. Mientras tanto, ella se obsesionó con una supuesta rival y decidió encarnarla en su vecina a quien bautizó como Zulema. En su locura le pedía los documentos una y mil veces para rectificar su identidad. Una mañana de 1986 convencida de que era ella, la acuchilló más de cien veces en el ascensor. Tras un juicio rápido, fue declarada inimputable al saber dijo: "Mire qué cosa. Yo estoy presa porque la otra hija de puta no quería mostrarme los documentos. ¿A usted le parece justo?"


EMPANADITAS 
Asesina Emilia Basil
En 1973, mató a su amante al estrangularlo con un cordel de nylon. Lo cortó en pedazos e hizo de él empanadas porque amenazaba con contarle todo al marido. Fue detenida al ser encontrado en la basura el tórax de su amante, mismo que no pudo meter al molino de carne. La fiscalía pidió dieciséis años de cárcel; sin embargo, su abogado logró la nulidad del fallo. La condenaron a diez años de prisión por homicidio simple. Cumplió sólo seis y fue puesta en libertad alegando defensa propia.

POR MI HIJA 
Asesina Maricela
Una vida de vejaciones a manos de un esposo drogadicto y celópata que la maltrataba, violaba a su hija y amenazaba con matarlas a ambas, la convirtieron en homicida. En plena vía pública de Quito, Ecuador le disparó en el estómago y la cara. Veintisiete años y seis meses de prisión. "No lo hice por dinero, lo hice por mi hija".


SE ME NUBLO LA RAZON
Asesina Sonia
Desde chica aprendí a manejar armas. Mi papá perteneció a un grupo de judiciales que básicamente mataban por encargo, así que mi hermano y yo jugábamos a perseguirnos con pistolas descargadas por toda la casa y hacíamos rompecabezas con fotografías forenses. Mi mamá siempre estaba golpeada, cuando no, deprimida o drogada por la tristeza y humillación de ver que mi padre llevaba a mujeres a la casa y la sacaba de su cama para estar con ellas.
Así crecí, en una casa llena de violencia, miedo y falta de respeto; pensando que los hombres eran pura mierda. Las imágenes de él burlándose de mi madre, mandándola a que sirviera a sus amantes y pateándola para correrla de la pieza todavía me hacen llorar y llenarme de rabia Por eso me gustaron las mujeres, porque pensaba que ellas no podrían hacerme tanto daño. Anduve con algunas, pero tuve muchos problemas, hasta que encontré a Luz María, una mujer aparentemente dulce y dócil de la que me enamoré. Empezamos una relación más o menos estable. Pusimos un negocio de comida y arrendamos un departamentito. Ahí la llevábamos. Ella venía de un sector más acomodado y tenía algunos estudios, pero su inclinación homosexual había llenado de vergüenza a su familia y le habían dado la espalda.
Vivimos así varios meses. Podríamos decir que éramos una pareja normal y yo estaba a gusto porque ella era buena y cariñosa. Creo que por eso me ofusqué tanto un día en que discutimos y se me enfrentó y me gritó por una estupidez, luego me aventó un plato en la cabeza. La imagen de mi padre se colocó enfrente de ella y me confundí. Sin decir palabra fui al escritorio y saqué una pistola que tenía guardada. Todo el odio que acumulé durante esos años de mi infancia y adolescencia lo desquité en ese momento en que se me nubló la vista y la razón. Le vacié todos los tiros. Luego me senté a esperar a que llegara la policía. Me sentía tranquila, había dolor por haber matado a la mujer que amaba, pero por fin había logrado la revancha. 
POR MARICRUZ PINEDA SÁNCHEZ

Sonia fue condenada a más de 30 años de prisión por asesinato con todas sus agravantes. Ya han pasado 15 y debido a su buen comportamiento es probable que pueda salir en 2011. En la actualidad, espera su absolución.


Cuando los hombres matan, es por primera reacción, vencidos por la furia. En el momento las muelen a golpes hasta estallarlas o con ¡o que tengan a la mano les dan. Muchos compañeros de otros penales cuentan que casi todos se arrepienten, que hasta foto de la occisa ponen en su celda. La vuelven una santita. Admiten que se dejaron turbar o que su propósito sólo era meterles un susto. Los que sí iban con todas las intenciones lo dicen abiertamente. En cambio, las mujeres planean, pocas se dejan llevar por el impulso. Porque no es algo que deciden en un momento. Les van llenando el vaso gotita a gotita. La mayoría o era golpeada, le ponían los cuernos o le violaban a una hija; o todas las anteriores. Para el día que llevan a cabo el homicidio ya llevaban meses o años, primero deseándole la muerte, rogándosela al cielo. Una incluso me contó, que antes de matar a su esposo le hizo hasta una novenita a San Expedito para que se lo llevara. Como no le cumplió, ella tomó cartas en el asunto. Luego, la idea les empieza a acariciar la cabeza. ¿Qué tan difícil puede ser?, piensan. Comienzan a calcular las entradas y las salidas del hombre, cómo hacerle para que no parezca asesinato. Las que tienen dinero se buscan quien se manche las manos por ellas o las que tienen amante lo convencen para que éste lo ejecute. Y dado que se tomaron su tiempo suele ser más cruel. En mi experiencia en muchos años, sólo unas cuantas tomaron la decisión de la nada y lo acribillaron. Hubo una que al llegar a su casa lo encontró acostado con la sirvienta. Otra, una señora de dinero, siguió a su marido y cuando lo vio salir de su 'casa chica' con la amante y todo, les tiró el auto encima y mató a los dos. ¿A quién agarran antes? Adivina. A ellos, porque lo hacen con lujo de violencia. Con las mujeres se tardan más. Como que no les cabe en la cabeza a los ministerios que la viuda sea la homicida. Por lo regular se delatan cuando se apuran en cobrar los seguros y las indemnizaciones. O cuando se sabe que tenían un amante, las engañaban o eran maltratadas. Creo que si las mujeres asesinan menos a sus parejas es por una razón simple: ¿quién les va a mantener a los hijos si lo matan?





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