viernes, 10 de febrero de 2012

Curiosidades en la historia del SEXO


Cuando el faraón Menephta derrotó a los libios en el 1300 a. C. se llevó como recuerdo de su victoria los penes de 1.200 de sus enemigos.

Hace cerca de mil años los chinos desarrollaron la costumbre de vendar los pies de las muchachas para impedir que les crezcan normalmente. Un pie pequeño era considerado un poderoso símbolo sexual.

Entre los griegos se consideraba joven al hombre capaz de cumplir tres coitos completos seguidos.

Atila, rey de los hunos, murió en la noche de bodas, asfixiado por la sangre de una hemorragia nasal, mientras hacía el amor con su esposa número 453.


En algunas zonas de Java las parejas tienen relaciones sexuales en el campo para intentar que aumente la cosecha de ese año.

Julio César (100-44 a. C.) se jactaba de satisfacer a muchas mujeres. También tenía pronunciadas inclinaciones homosexuales. Al inicio de su carrera militar tuvo una aventura sexual con el rey Nicomedes de Bitinia, en Asia Menor.


Algunas tribus maoríes del Pacífico se implantaban en la piel del pene trocitos de concha para estimular el interior de la vagina de su pareja.

Hasta 1123 el celibato no fue adoptado por la Iglesia Católica.

En el año 1439 se ilegalizaron los besos en Inglaterra, como método para controlar la propagación de enfermedades por contacto físico.

Algunos moralistas ponían como ejemplo a imitar al elefante, que copula una vez cada tres años.

La Iglesia católica prescribía en el tratado medieval Libro de los Exemplos cómo tratar la lujuria: revolcarse desnudo sobre un campo de ortigas o introducir la mano en agua hirviendo.


En la España del Siglo de Oro la postura sexual de la mujer sobre el hombre se llamaba “meter la iglesia sobre el campanario”.

La zoofilia casi nunca ha sido perseguida penalmente. No obstante, se tiene la constancia de un caso en 1583, en el que un tal Joan Mario Zaragoza fue condenado a 4 años de galeras por mantener apasionadas relaciones con una mula.

La ansiosa emperatriz de Rusia Catalina la Grande (1729-1796) vivió una intensa actividad sexual. Requería los favores de sus amantes por lo menos seis veces al día. Se calcula que tenía unos 21 amantes, aunque otras fuentes le han adjudicado hasta 80 mancebos.


El Paraguay fue llamado en el siglo XVI “el paraíso de Mahoma” por los harenes de indias que mantenían allí los españoles.

En 1783, a la muerte de la alcahueta Margarite Gourdan, reputada fabricante de consoladores, se encontró una extensa lista de pedidos para algunos conventos de religiosas.

La madre del Marqués de Sade fue una monja.

Benjamin Franklin, el gran estadista y científico norteamericano, perteneció al exclusivo club Helfire y como destacado miembro ayudó a organizar sofisticadas orgías para sus compañeros del club.

El poeta inglés Lord Byron (1788-1824) tuvo una relación sexual con su institutriz cuando sólo tenía 9 años.


Madame de Sévigné escribe de los primeros preservativos: “Son una gasa contra la infección y una coraza contra el amor”.

El Reino Unido es considerado el país originario de la flagelación, sea para conseguir determinados fines de índole sexual o no. Desde el siglo XIX florecieron allí ciertas casas en las que reputados y distinguidos caballeros se entregan voluntariamente a humillaciones y castigos corporales.

Brigham Young (1801-1877), el líder de los mormones que fundó Salt Lake City, tuvo 46 hijos. Cuando su vigésima séptima esposa estaba en trámite de divorciarse de él, Young (por entonces contaba 72 años) comentó lo furioso que se ponía cuando ella se negaba a mantener relaciones sexuales.


Felix Fauré, presidente de Francia durante cuatro años (desde 1895), tuvo un paro cardíaco y falleció a la edad de 58 años mientras ejecutaba el acto sexual con su amante en una silla especialmente construida para ello.

Algernon Charles Swinburne (1837-1909) fue un poeta al que le gustaba ser flagelado simultáneamente por varias prostitutas en el Bosque de Saint John, en Londres. Otra de sus extrañas actividades sexuales era la de mantener relaciones con un monje vestido de mujer.

El rey Ibn Saud (1880-1953) de Arabia Saudí inició sus actividades sexuales a 11 años de edad. Se dice que disfrutó de tres mujeres distintas cada noche de su vida hasta que murió a los 72 años.


Algernon Charles Swinburne y el rey Ibn Saud

El escritor James Morris sufrió una operación de cambio de sexo en la mitad de su vida y relató sus experiencias en un libro.

Un estudio sobre la efectividad de una campaña sobre el control de la natalidad en Asia demostró que era un completo fracaso: el 79% de los hombres había tomado la píldora femenina y un 98 % de los hombres encuestados seguía poniéndose el preservativo en un dedo antes de hacer el amor, como habían hecho los médicos en la demostración.

El 30 de julio de 1943 Marie Louise Giraud fue guillotinada en Francia por haber ayudado a abortar a 27 mujeres. Una ley que proclamó el Mariscal Petain en febrero de 1942 consideraba el aborto como un grave crimen contra la seguridad del estado.


A la actriz Hedy Lamar, cuando actuaba en una escena de la película Éxtasis, el director le clavó un alfiler en las nalgas para conseguir que tuviera una expresión similar a la de un orgasmo.

El primer sex-shop de la historia se instaló en la ciudad alemana de Flensburg en 1962 y su promotora fue Beate Rotermund, viuda de un piloto de la Luftwaffe.

Gandhi durmió con mujeres desnudas para poner a prueba su propio celibato.


La actriz Marilyn Monroe tenía la costumbre de decolorar su vello púbico.

Se cree que la biblioteca más completa sobre sexualidad se encuentra en el Vaticano.

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