lunes, 15 de noviembre de 2010

Amenaza nuclear


Aunque los libros de historia dicen que la Guerra Fria terminó, las bombas que surgieron con la carrera armamentista aún están almacenadas y listas para ser utilizadas. En malas manos podrían causar un desastre de proporciones.


El Dedo en el Botón


La Amenaza Nuclear
FUENTE: Revista Muy Interesante Nº 277 (Agosto 2010).



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El primero de noviembre de 2006 se llevó a cabo una reunión en el hotel Millennium de Londres, Inglaterra. Tres ex agentes rusos tomaron té e intercambiaron noticias sobre la situación política de su país. Al terminar, uno de ellos, Alexander Lirvinenko, ex coronel de la KGB (en español, Comité para la Seguridad del Estado), se sintió enfermo. Durante esa noche padeció fiebre y diarrea. Al pasar los días, su condición empeoró, con síntomas que incluían la pérdida de cabello. Falleció el 23 de noviembre de ese año, no sin antes culpar a los servicios de inteligencia rusos de haberlo envenenado. Los exámenes de la autopsia confirmaron las sospechas: su cuerpo fue consumido por la radiación de un isótopo conocidocomo polonio 210. Litvinenko, crítico acérrimo del gobierno de su país, vivía en Inglaterra como refugiado político tras recibir amenazas anónimas luego que había sido expuesta una compleja trama de corrupción política y militar. Al seguir la pista radiactiva del material, la policía británica detectó restos
del polonio en al menos una docena de lugares, incluyendo los restaurantes que la víctima había visitado, el aeropuerto de Heathrow, así como en el estadio del Arsenal; sospechaban que una célula de espías había viajado a Londres en el fatídico día, encubierta entre los fanáticos del club de fútbol CSKA de Moscú, equipo que ese día había jugado un partido de la Liga Europea de Campeones. Tres meses de investigacionesGran Bretaña solicitó la extradición de Andrei Lugovói, hombre de negocios y ex agente de la KGB. Éste pudo eludir el arresto, y al ser entrevistado sobre la crisis diplomática desatada con el crimen, advirtió: "No ha empezado ninguna nueva Guerra Fría porque en realidad ésta nunca terminó..."


• Peligro inminente

Las armas nucleares sólo han sido utilizadas contra la población civil en un par de ocasiones. Los eventos de 1945 en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki son un funesto recordatorio del poder destructivo de la tecnología. Pero también el manejo inadecuado del material.
Las relaciones diplomáticas entre países con arsenales atómicos no son muy buenas. Si antes se temía por las consecuencias de una guerra nuclear entre las dos superpotencias del siglo XX, en la actualidad un conflicto entre naciones como India y Pakistán -que en con- junto poseen alrededor de 100 bombas atómicas- no sólo podría ocasionar millones de muertes, también provocaría el desequilibrio ambiental conocido como 'invierno nuclear'.

• Fábrica de quimeras

Como una de las grandes ironías de la historia, la pionera de la radiactividad, Marie Curie, murió debido al cáncer desarrollado tras años de contacto con las sustancias de su investigación. Debido a los altos niveles de radiactividad encontrados en sus papeles, donde reunió sus teorías y descubrimientos, tuvieron que ser almacenados en cajas de plomo, y cualquiera que desee revisarlos debe vestir con trajes protectores.
Para crear el isótopo que mató a Litvinenko -derivado de un elemento descubierto por Curie en 1898- se necesita forzosamente un reactor nuclear; la pieza clave para armar bombas es el uranio enriquecido (UE), o plutonio, que también requieren estas instalaciones. En su variedad de combustible atómico, ninguno de los dos últimos elementos es posible de conseguir en la naturaleza, y producirlos exige instalaciones costosas y tecnología que escapan a las posibilidades reales de cualquier grupo terrorista. La opción en todo caso es robarlo, lo cual, aunque ha sucedido, tampoco implica necesariamente una amenaza.
Tras la caída de la Unión Soviética quedó al descubierto la frágil infraestructura de su industria nuclear: la mayoría de los reactores utilizaban maquinaria vieja o en mal estado.Para colmo, su ejército de científicos y técnicos, en otro tiempo considerados ciudadanos de élite, súbitamente vio reducidos sus salarios y privilegios, lo que se tradujo en descontento generalizado y fuga de cerebros. Después de pasar meses sin recibir su paga y para salir de deudas, algunos decidieron robar material crítico y ofrecerlo al mejor postor. Muchos de ellos, por no decir la mayoría, fueron descubiertos casi de inmediato y encarcelados.

• Asalto nuclear

La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha documentado entre 1993 y 2008 un total de 336 incidentes relacionados con la posesión no autorizada y otras actividades delictivas relacionadas con material radiactivo. "Los incidentes incluyen la posesión ilegal, movimiento o intentos de comercio ilegal, o el uso de materiales nucleares o fuentes radiactivas. Además reportó 421 denuncias por pérdida o robo de materiales radiactivos y nucleares. Esta organización ha definido el término 'seguridad nuclear' como "los medios y formas de prevenir, detectar y responder a sabotajes, robos, y el acceso no autorizado o la transferencia ilegal de materiales nucleares y otras sustancias radiactivas, así como sus recursos asociados". En los hechos, sin embargo, hay un largo camino por recorrer.
En opinión de Gavin Cameron, experto en ciencia política, autor del libro Nuclear terrorism: a threat assessmentfor the 21st century, existen distintas modalidades de tráfico nuclear, que se llevan a cabo en estos tiempos. La mayoría del contrabando lo realizan aficionados dispuestos a ganar dinero rápido y así salir de deudas; pueden ser considerados simples oportunistas, pues no tienen un pasado criminal, nexos con el crimen organizado o están involucrados en negocios ilícitos. En general se trata de empleados o ex empleados de la industria nuclear, gente relacionada con este medio o que vive en las cercanías de una planta con poca seguridad, como las que se encuentran en las ex repúblicas soviéticas. Aunque suidea principal es vender el producto robado, en realidad no tienen un comprador potencial en espera de la mercancía, y les es muy difícil encontrar uno. Otro tipo de contrabandistas son empresarios y negociantes que ven en el comercio nuclear una extensión de sus actividades, al contar con cuentas bancarias en el extranjero y licencias de exportación legales que les permiten movilizar de manera ilegal petróleo, medicamentos falsificados o armas. La mafia rusa no está involucrada, pese a los rumores de la prensa sensacionalista. Esto por la simple razón de que no existe un auténtico mercado negro que le pueda redituar los grandesbeneficios a los que está habituada -drogas, prostitución, contrabando de artículos de lujo y mercancías de primera necesidad-. En un caso emblemático, en 1993 un hombre de negocios de Volvogrado ofreció 2,5 kilos de uranio altamente enriquecido a un grupo de mañosos de la región del Volga para pagar una deuda que tenía con ellos. Los criminales buscaron compradores en los Estados Bálticos y Europa por meses, sin tener resultados, y tuvieron que devolver el producto. Un empleado de la embajada de Ucrania en Alemania, fue detenido a finales de 2009 por transportar uranio y cesio con un valor de 5 millones de dólares que pretendía vender a un grupo mafioso local.
En la actualidad una de las rutas tradicionales de contrabando son las fronteras de las ex república soviéticas de Asia central y el Cáucaso -Kazajastán, Armenia, Azerbaiyán, Kyrgyztán y Uzbekistán-. La región de Peshawar, en la frontera entre Pakistán con Afganistán, se
ha identificado como un centro de intenso contrabando de material robado de centralesnucleares ex soviéticas, que incluye magnetos de gran intensidad y aleaciones para producir material termonuclear y enriquecer uranio. El verdadero peligro, aclara Gavin, es que estos contrabandistas puedan encontrarse con un cliente mayor, dueño del suficiente dinero para costear una operación tecnológica de este tipo, o un gobierno que desee consolidar suproyecto nuclear, como son los casos de Irán, India y Pakistán. Quizás en este submundo se hayan refugiado los ingenieros nucleares de Corea del Norte.






• Miedo

El terrorismo nuclear cubre un amplio espectro de incidentes, desde robo de material radiactivo hasta ataques a reactores nucleares con proyectiles de grueso calibre. Se considera también que grupos ambientalistas radicales, opuestos al uso de la energía atómica, han planeado en el pasado tomar rehenes en plantas nucleares o sabotear las instalaciones, lo que podría provocar un accidente serio.
Otra posibilidad es que el gobierno de un país esté dispuesto a financiar grupos terroristas que planeen usar una bomba nuclear, aunque esto se basa sólo en suposiciones de los servicios de inteligencia occidentales: Patrick Walker, del MI5 (seguridad interna) de Reino Unido (1988-1992), declaró que al menos "dos docenas de gobiernos se encuentran actualmente trabajando para conseguir esta tecnología [nuclear]. Algunos de ellos patrocinan o practican el terrorismo, y no descartamos que utilicen armas nucleares para este propósito." Sin embargo, como aclara Gavin, es bastante arriesgado para un gobierno financiar este tipo de actividades, al poder ser extorsionados por los grupos terroristas y sin tener control sobre ellos. El gobierno de Estados Unidos, no obstante, sostiene que desde 1993 la organización terrorista Al-Qaeda ha intentado hacerse de material para fabricar su propia bomba.



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• El club de los cinco

"No puedo abandonar las armas nucleares mientras no esté seguro de que el mundo es un lugar estable y seguro." Estas fueron las palabras del presidente francés Nicolás Sarkozy en abril pasado durante la reunión cumbre sobre seguridad nuclear realizada en Washington, Estados Unidos, entre líderes y representantes de 47 países. Desde el inicio de la Guerra Fría quedó claro que las armas nucleares son una herramienta de disuasión y política: la amenaza implícita de su existencia es una ficha de negociación. Existen alrededor de 25.000 cabezas nucleares en el planeta, y no faltan las rivalidades. Para Estados Unidos, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte -los grandes ausentes de la pasada cumbre- tienen intenciones maliciosas. Por otra parte, en caso de que la rivalidad histórica entre Pakistán e India alcanzara niveles extraordinarios,
podría ocasionar la muerte directa de 20 millones de personas y otras 1.000 millones por hambre debido al súbito efecto invernadero que resultaría por acción del humo de los incendios. Y ninguna de estas naciones tiene planeado desarmarse en el futuro.
Para pertenecer al "club nuclear" es necesario tener estas bombas dentro del arsenal, pero sobre todo haber detonado alguna con fines experimentales. Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia están en él. No se tienen suficientes datos para corroborar la magnitud exacta de las pruebas que han realizado India, Pakistán y Corea del Norte, pero es un hecho que cuentan con suficientes armas de este calibre para provocar daños en un radiode al menos 2.500 kilómetros, y se encuentran en desarrollo artefactos más potentes.
El 9 de octubre de 2006 se registró un temblor de magnitud 4,2 en la escala de Richter cerca de la localidad de P'unggye, Corea del Norte (CN), presuntamente provocado por la detonación subterránea de una bomba nuclear menor de un kilotón. Fue el arranque delprograma de armas nucleares de ese país, el cual repitió otra prueba el 25 de mayo de 2009 con 1/4 de la intensidad de la explosión ocurrida en la ciudad de Nagasaki, Japón, en 1945. Aunque representa un peligro inmediato para Corea del Sur (CS), sobre todo ante las últimas fricciones militares entre los dos países -incluyendo el presunto hundimiento de un buque de la Marina de CS-los analistas militares dudan que su flota aérea sea capaz de arrojar un dispositivo atómico sin antes ser detectado, y aún no cuenta con la suficiente tecnología para compactar una cabeza nuclear dentro de un misil. La televisión de CS anunció en abril reciente que el ejército de Corea del Norte planea una tercera prueba nuclear antes de finalizar 2010. El gobierno de aquel país, encabezado por su líder Kim Jong-il, mantiene un estricto secreto acerca de sus operaciones, y se niega a revelar datos a observadores de la ONU.
Israel tampoco ha confirmado oficialmente la posesión de armas de este tipo, y tampoco se tienen datos precisos del alcance de su programa nuclear, pero se calcula que cuenta con alrededor de 200 cabezas nucleares en su arsenal; la fuerza aérea israelí advirtió públicamente que tiene planeado lanzar ataques 'preventivos' contra instalaciones nucleares de Irán, e incluso considera utilizar a futuro bombas 'mininucleares' guiadas por láser para acabar con esas centrales. En declaraciones al diario The Times de Inglaterra, una fuentemilitar aseguró que "tan pronto nos den luz verde será una sola misión, un solo ataque, para que el proyecto nuclear iraní sea demolido". La oposición, liderada por Estados Unidos, a las ambiciones nucleares de Irán, fue remarcada durante la cumbre sobre seguridad nuclear. En contraparte, el gobierno del presidente Mahmoud Ahmadinejad anunció que llevará a cabo su propia cumbre sobre el tema. "Aquellos países que están dotados con armas nucleares, que las han empleado contra otras naciones y que rechazan destruir su arsenal nuclear, no pueden celebrar este tipo de conferencias", señaló en abril pasado el portavoz del MM.EE. iraní, Ramin Mehmanparast. Un informe del Departamento de Defensa de EE.UU. menciona que para el año 2015 Irán estaría en capacidad para desarrollar un misil intercontinental, el cual podría alcanzar ciudades estadounidenses.
Este panorama, aunado a las 16.000 toneladas de uranio enriquecido que hay en el mundo, contradice la opinión del presidente galo: las armas nucleares lo único que propician es una atmósfera inestable e insegura para el mundo.


• Las pruebas francesas

Desde 1960 a 1996, cuando se firmó el Tratado para la Prohibición de las Pruebas Nucleares, la República Francesa llevó a cabo más de doscientos ensayos de este tipo. Los primeros se hicieron en Argelia, antigua colonia de Francia. Los más significativos, sin embargo, ocurrieron en la zona de la Polinesia Francesa, a partir de 1966. Inicialmente estuvieron a cargo del Grupo Aeronaval del Pacífico, conocido después como "Fuerza Alfa". Luego siguieron las pruebas de lanzamiento aéreo en el Atolón de Muroroa, isla coralina oceánica ubicada en el archipiélago TXiamotu. Sus efectos más perceptibles fueron la formación de una nube radiactiva que tocó Tahití en julio de 1974 provocando fuertes precipitaciones pluviales. La tercera fase consistió en 146 pruebas subterráneas, realizadas entre 1975 y 1996, en ese atolón y en el de Fangataufa, situado a 45 kilómetros. A partir de 1972 la organización ambientalista Greenpeace inició una campaña contra estos experimentos y realizó diversas expediciones al sitio que fueron repelidas por la fuerza militar. En un enfrentamiento ocurrido en 1986, un activista Meció, suscitando el repudio internacional. Se estima que más de 6,5% de los habitantes de aquella zona recibieron dosis significativas de radiación; algunos conformaron asociaciones de víctimas que aún se mantienen activas y esperan compensación.



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• Víctimas de los ensayos

En la década de 1950 Gran Bretaña buscaba posicionarse como potencia nuclear y realizó una serie de pruebas en el Pacífico Sur y en Marunga, Australia. Entre ellas destacaron las seis detonaciones efectuadas de 1957 a 1958 en la Isla de Navidad, actual república de Kiribati, con artefactos más poderosos que los empleados en Hiroshima y Nagasaki. En el programa estuvieron involucrados más de veinte mil oficiales del ejército, para quienes no se diseñó ningún protocolo formal de seguridad o prevención de daños a su salud, algunos vestían como turistas: camisas sin mangas y pantalones cortos. Al cocinero naval Douglas Hem sólo le ordenaron que se acuclillara en la playa dando la espalda a la bomba, cerrara los ojos y se cubriera el rostro con las manos durante la explosión. Tras los estallidos retomaron sus actividades y muchos aprovecharon para tomar vacaciones en el entorno paradisiaco de la isla. Pasando el tiempo, varios comprendieron el riesgo que habían corrido. Hem, por ejemplo, considera que su padecimiento de diabetes y la muerte de su nieta de trece años, víctima de cáncer, están vinculados con aque-Dos hechos. Se investiga también la posibilidad de que un grupo importante de veteranos haya sufrido leucemia como consecuencia de las pruebas. Un 30% de los participantes murieron antes de cumplir cincuenta años, y sus nietos han tenido dificultades reproductivas y espina bífida. A ellos se han sumado las quejas de los habitantes del lugar.
Más de mil participantes de esas pruebas, agrupados en la Asociación de Veteranos de las Pruebas Nucleares Británicas, emprendieron una acción colectiva contra el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña, en reclamo de compensaciones económicas por los presuntos daños, como las que pagó el gobierno de Australia por las pruebas en Marlinga. Para finales de 2009 los costos legales del juicio ascendían para el Ministerio de Defensa a más de 2,5 millones de libras. La causa, discutida en el Parlamento, sigue abierta. En Estados Unidos, se realizaron pruebas semejantes en la década de 1950 en el desierto de Nevada. Lo mismo admitió el gobierno francés, en pruebas efectuadas en el desierto del Sahara en 1961.



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• Los refugios nucleares

Durante la Guerra Fría el temor por una guerra nuclear y su efecto dañino sobre la población condujo al diseño de refugios (domésticos y oficiales) en los que las personas podrían estar a salvo. En 1961 John E Kennedy publicó una carta en la revista Life donde aconsejaba construir estos espacios y solicitó al Congreso más de cien millones de dólares para edificarlos. Ante una guerra nuclear y las dificultades de evacuar a la población, se instalaría una infraestructura incluyendo servicios sanitarios, camas, agua y alimentos. Su ubicación, construcción y materiales deberían impedir el paso de los rayos alfa, gama y beta.
El llamado de Kennedy y de otras figuras políticas halló eco inmediato. En 1961 el gobierno estadounidense lanzó el Programa de Refugio Comunitario (Community Fallout Shelter Program). A lo largo y ancho de su territorio diseñó estructuras apropiadas para proteger a miles de personas
no tanto de las explosiones en sí, sino de las radiaciones posteriores. También se construyeron refugios en Suiza, Finlandia, Noruega, la Unión Soviética y en los países del bloque comunista, incluso en los sótanos de los hogares. Después de la década de 1960 los acuerdos internacionales y la limitación de las pruebas nucleares redujeron los temores y frenaron el programa de construcción. Al término de la Guerra Fría los refugios se convirtieron en genuinas reliquias y hoy sirven como cavas, gimnasios o salas de descanso.
Sin embargo, ante los ataques del 11 de septiembre de 2001 el gobierno de George Bush rehabilitó el complejo subterráneo Mount Weather, cerca de Washington D. C. (creado en 1958) capaz de albergar a 100.000 personas, en especial al círculo de poder, en caso de una guerra. Aunque la información se mantiene reservada, se sabe que éste tiene una planta de tratamiento de agua, hospital, bodega para almacenar obras de arte, así como un estudiode radio y televisión desde donde el presidente podría dirigirse al mundo.



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• El 'invierno nuclear'

Una de las posibles consecuencias de una guerra atómica sería un cambio climático a gran escala que sumiría a la Tierra en un invierno artificial. La sucesión de incendios producidos por las bombas nucleares en las áreas urbanas podría ocasionar que grandes cantidades de humo y cenizas ascendieran a los niveles de la estratosfera y la troposfera, entre 10 y 15 kilómetros por encima de la superficie terrestre. Esta densa capa podría persistir por años, absorber la radiación solar, impedir la lluvia y evitar que la luz del Sol llegara a la superficie terrestre. De esta forma la temperatura del planeta descendería a niveles catastróficos.
En diciembre de 2008 los investigadores Owen B. Toon, Alan Robock y Richard P. Torco publicaron el artículo 'Environmental Consequences of Nuclear War' en la revista Physics Today. En él aseguraron que una guerra regional con cien bombas similares a la que se detonó en Hiroshima representaría una amenaza internacional por la destrucción de la capa de ozono. El enfrentamiento nuclear entre India y Paquistán podría ocasionar las temperaturas más bajas del planeta en los últimos mil años y reducir la precipitación pluvial en 25% con graves efectos para la agricultura. De acuerdo con sus conclusiones, "la población humana de la Tierra tiene una vulnerabilidad mucho mayor a los efectos indirectos de la guerra nuclear (incluyendo los daños a la infraestructura agrícola, de transporte,energética, política y social), en especial a través de la producción y la disponibilidad de los alimentos, que a los efectos directos de ella. Thles efectos indirectos podrían redundar en la muerte de miles de millones de personas."



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• India y Paquistan: potencias emergentes

Desde la independencia de ambos Estados, en 1947, la India y Paquislán han enfrentado un largo conflicto por la región de Cachemira, reflejado en tres guerras: 1947-1949, 1965 y 1971. Un nuevo actor en ese horizonte es un movimiento independentista que reclama la autonomía. La zona es una de las más militarizadas del mundo y los dos países han desarrollado sendos programas nucleares ante una eventual guerra total. Ninguno ha firmado el TYatado de No Proliferación de Armas Nucleares, y no han mostrado intenciones de hacerlo.
El programa nuclear de la India comenzó en 1950 y tres décadas después produjo sus primeras armas termonucleares. Se estima que cuenta con unas cuarenta ojivas y la capacidad de elaborar muchas más en lapsos cortos. El gobierno ha declarado que su política es emplearlas sólo como defensa ante un ataque extranjero, sin tomar la iniciativa de una guerra. En 2010 probó con éxito su misil Prithvi, con un radio de alcance de 350 kilómetros, capaz de transportar una carga nuclear de entre 500 y 1.000 kilos.
El programa nuclear de Paquistán inició en 1972 y una década después logró producir suficiente uranio enriquecido para una explosión nuclear. Hasta la fecha han realizado seis pruebas con relativo éxito. En 1998 probó su primera ojiva nuclear con potencia de entre 25 y 36 kilotones. El objetivo de su esfuerzo es contrarrestar un ataque de la India. En el presente año inició un programa de cooperación nuclear con China, con supuestos fines pacíficos.

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• Tratados internacionales

Con el fin de evitar los graves riesgos de una conflagración nuclear se han firmado diversos acuerdos. El objetivo es poner freno a la proliferación de esa clase de armamento. Éstos son algunos de ellos. 

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Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe.

El 'Tratado de Tlatelolco'
fue desarrollado por el mexicano Alfonso García Robles, quien recibió el Premio Nobel de la Paz. Se firmó en 1967 y entró en vigor en 1969. Los países de la región se comprometieron a evitar la fabricación, recepción y almacenamiento de armas nucleares, así como la realización de pruebas de este tipo.

SALT I y SALT II 
Estas siglas hacen referencia a las Conversaciones para la Limitación de Armas Estratégicas entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que iniciaron en 1969 con el propósito de reducir el creciente ritmo en la producción de misiles de aquella época. El SALT E puso un freno al desarrollo de nuevos diseños de esas armas.

Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Entró en vigor el 5 de marzo de 1970 y lo han suscrito 189 países. Sin embargo, Paquistán, India y Corea del Norte no se han adherido a él. Sus tres pilares son la no proliferación, el desarme y el derecho de usar la tecnología nuclear para fines pacíficos.

Tratado para la Prohibición de las Pruebas Nucleares.
Prohibe las explosiones nucleares de prueba en todos los entornos para fines civiles o militares. Fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1996, y cuenta con una red de monitoreo con 337 estaciones. Aún no entra en vigor.

Tratado de la Reducción de Ofensivas Estratégicas.
Establecido en 2002 entre Estados Unidos y la Federación Rusa, compromete a sus gobiernos a limitar su arsenal nuclear a entre 1.700 y 2.000 ojivas nucleares. Entró en vigor el primero de junio de 2003 y expira el 31 de diciembre de 2012.

Tratado START.
El más joven de estos instrumentos legales fue firmado en Praga, República Checa, el 8 de abril de 2010 entre Estados Unidos y la Federación Rusa. Limita las ojivas nucleares a 1.550 piezas y reduce a la mitad el número de lanzamisiles en poder de cada nación.

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