martes, 18 de mayo de 2010

Espadas mágicas

por spirit616


El mundo de las espadas es un mundo fascinante, mucha gente se siente atraída por ellas sin saber muy bien el motivo, y quizá sea porque de verdad son mágicas. Traspasemos por un momento los límites de la realidad cotidiana y adentrémonos en ese universo de leyenda y magia, seguro que nos sorprendemos en el recorrido, pues como dijo el científico Albert Einstein: "La cosa más bella que un hombre puede experimentar, es el lado misterioso de la vida; en él se encuentra la cuna del arte y de la ciencia verdadera". 

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|HISTORIA DE LAS ESPADAS|

El término espada procede del latín spatha. Se la conoce como un arma blanca, que consta de filo y empuñadura, aunque su hechura se disfraza con multitud de ropajes. Las primeras espadas de metal se fraguan en bronce, ya referenciadas en el año 2000 a.C., para más tarde pasar al hierro, y recalar en el acero, que es el metal idóneo para su fabricación. Solamente las personas con prestigio y poder poseían espadas, además de los guerreros y héroes. Estas armas estaban adornadas de forma exquisita, a veces hasta con piedras preciosas. La espada siempre ha representado los rangos más distinguidos de la sociedad, que eran los que tenían acceso a este tipo de armas estéticamente más bellas.

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Mención especial merecen las espadas de nuestro país, concretamente las de Toledo. El sílex fue el material con el que se fabricaron las primeras de estas armas blancas, pero es desde el siglo XV hasta el XVII cuando el Gremio de Espaderos de Toledo brilla en toda su magnificencia, llegando a esta ciudad orfebres de distintos países del mundo dispuestos y anhelantes de instruirse en la elaboración de espadas con tanto renombre y fama como las obtenidas en esta ciudad de leyenda. El conocimiento de los forjadores de espadas era considerado un talento oculto y rayando lo mágico, y era transferido de generación en generación como la más importante herencia.

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La espada estaba íntimamente ligada a la persona, para los nobles medievales, su espada y su caballo eran sus pertenencias más queridas. Este arma Espadablanca encarnaba la distinción, la valentía y la autoridad. La gente normal utilizaba lanzas, garrotes, hachas y mazas, pero no tenían acceso a las espadas, armas reservadas a una élite de la población.

Existen regiones, como Escandinavia, donde se utilizaba la espada para cortarles la cabeza a los malhechores. Como curiosidad citar que a los maleantes que provenían de familias poderosas esta acción se llevaba a cabo con la espada, mientras que en el caso de los rufianes que pertenecían al pueblo llano, la herramienta elegida para separarles la cabeza del tronco era una simple hacha. 

Lo que se buscaba al forjar una espada era su utilidad, más que su belleza, salvo en algunos casos, pues en el tema estético las espadas han ido evolucionando y cambiando a lo largo de los años. Sin embargo, la maleabilidad y la resistencia eran condiciones sine cuanum para una espada, por ello los especialistas espaderos tenían secretos para llevar a cabo aleaciones que hiciesen de su obra la mejor. No hay que olvidar que la espada estaba planteada únicamente para la batalla, la vida de su propietario dependía en gran parte de ella, por lo que siempre se demandaba la mejor, si el combatiente se lo podía permitir.

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Algunos artesanos labraban su nombre en la hoja de la espada como símbolo de calidad, aunque finalizando 1567 pasó a ser una exigencia por orden del rey debido a las falsificaciones que llegaban de tierras extranjeras de espadas rubricadas falsamente por espaderos toledanos.

Existen multitud de Espadas famosas, históricas y ficticias, veamos sólo unos pocos ejemplos:
* La Espada de Boabdil, el último rey de Granada (1452-1528).
* La Espada del Cid Campeador (Rodrigo Díaz de Vivar), Tizona. Se conserva actualmente como tesoro nacional.
* La Espada de Lancelot: Arondight.
* Narsil o Andúril, la Espada de Aragorn en El Señor de los Anillos.


||EL SABLE JAPONÉS||

El sable es una espada de constitución curva, que se utilizaba en las batallas a caballo. El más famoso es la Katana. El Sable era sumamente importante en este país oriental, hasta el punto de considerarlo como parte del espíritu del Samurái, donde era una distinción poder llevar un sable. En tiempos pretéritos, este arma era también la pertenencia más valorada de una familia. Se cuenta que el príncipe Keiko fue protegido por su sable al verse inmerso en un incendio y no poder avanzar debido a la maleza, su sable cobró vida propia y seccionó la maraña que frenaba al príncipe en su marcha. El aspecto actual del Sable japonés procede de patrones muy arcaicos, los primeros que se conocen se remontan aproximadamente al año 700 de nuestra era, elaborados en bronce y más tarde en hierro.


La Katana es de las armas más prestigiosas del mundo, cualquier persona ha escuchado alguna referencia sobre ella y en las tiendas especializadas cuelgan de las paredes y reposan sobre los estantes de todos los tamaños, con empuñaduras de todos los colores y decoradas de diversas maneras.

El Samurái la llevaba siempre como compañera imprescindible. Estos guerreros concebían la vida de un modo distinto al resto de los mortales, desde la perspectiva de la firmeza, la nobleza y la dignidad. En el Japón antiguo se les consideraba seres cercanos a la divinidad, y ellos consideraban su Katana como un ser dotado de existencia propia que era capaz de traspasar los mundos. 
La persona que dedicaba su vida a forjar Katanas, era un individuo especial que llevaba una vida solitaria y alimentaba constantemente la parte espiritual de su personalidad, antes que la parte física. Sólo de este modo podía transferir toda esa inmensidad incorpórea al arma que estaba creando y dotarla de alma.

||PERSONAJES||

Todos conocemos multitud de personajes que han hecho historia y forjado leyendas con sus espadas al cinto. Nos detendremos sólo en dos de ellos, por lo diferentes: Carlomagno y Robin Hood.


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Carlomagno nace en la primavera del 742. En el 751 su padre, Pipino el Breve, derroca al último soberano Merovingio y ocupa su lugar. A partir de ahí, su hijo le acompaña en multitud de jornadas militares.
Pipino el Breve fallece en el 768, y el dominio de sus territorios pasa a manos de sus dos hijos. Carlomagno, siempre con su inseparable espada, lleva a sus tropas al triunfo en abundantes ocasiones e instituye su autoridad en casi toda Europa central y occidental.

En la Edad Media, Carlomagno es el monarca más destacado en Europa. Además, fenece su hermano en el año 711, dominando Carlomagno también sus enclaves. De este modo, se transforma en emperador del estado que él mismo erige con sus conquistas. El Papa León III le corona en la Navidad del año 800, estando Carlomagno en Roma, en la basílica de San Pedro, y el pueblo romano le convierte en su emperador entre impresionantes ovaciones.

Guerrea contra los sajones en numerosas oportunidades, hasta el punto de que se llega a decir que Carlomagno y su tropa están 33 años luchando con sus espadas contra los sajones. Y como resultado de todas esas reyertas con espadas, este emperador dobló en tamaño los territorios recibidos de su progenitor.

Pero Carlomagno no era sólo un excelente hombre de combate, también poseía talento para el entendimiento pacifico y así se relacionó, entre otros, con monarcas tan importantes como el califa abassí de Bagdad Harun al-Rashid, que llevó a su reino a un tiempo esplendoroso en el terreno científico, cultural y económico, por lo que se le distingue entre los más importantes mandatarios musulmanes. Su figura se perpetúa para la eternidad en el relato de Las mil y una noches.

El mandato de Carlomagno se caracteriza por un significativo florecimiento de la cultura, el mismo emperador practicó ciertas disciplinas como la astronomía. Carlomagno fallece a principios del año 814, con 72 años de edad. Aquisgrán, Alemania, es la ciudad donde este monarca situó su gobierno y, con el paso de los años, presenció su postrera partida, siendo enterrado en ella. Su espada, Joyeuse, se encuentra en la actualidad en el Museo del Louvre, en París.

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Robin Hood es el héroe que, siempre acompañado de su espada, roba a los ricos para ayudar a los pobres. No pocos estudiosos piensan que este personaje no es más que el reflejo corpóreo del espíritu de la naturaleza, que con el paso del tiempo tomó consistencia hasta llegar a ser, o parecer, alguien real. Esto se debe a que los paganos denominaban a las entidades misteriosas Robin, lo que unido al tono verdoso que destacaba en su atuendo le convertían en el perfecto duende de los bosques.

Sin embargo, existen documentos que afirman que entre los siglos XIII y XIV un individuo conocido como Robin Hood, que quizá sea el héroe citado, habitó en Wakefield, en el condado de West Yorkshire. Este hombre viene al mundo a finales del año 1200, su progenitor es guardabosques y se apellida Hod, Hode o Hood, dependiendo del expediente que se consulte.

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Robin Hood servía al conde de Lancaster, que ordenó a sus vasallos combatir contra el monarca Eduardo II, siendo la ofensiva aniquilada y el conde de Lancaster apresado. Robin Hood se esconde en los bosques del condado de Nottingham. Esa zona es muy popular debido a que al parecer Robin Hood habitó en el Bosque de Sherwood, al norte de Nottingham, siendo su Sheriff su más enconado adversario. En ese momento aparece el mito del Rey de los bosques.

Cuenta la leyenda que el obispo de Nereford vio en una de sus travesías como Robin Hood y sus hombres cocinaban un venado. El pontífice furioso exigió a sus guardas que les capturaran, pero Robin Hood desenfundó su espada y convocó con el sonido de su cuerno a sus amigos, por los que se vio cercada la comitiva en un segundo, pasando a ser el obispo cautivo, por el que Robin Hood reclama para liberarlo una compensación.

También existen árboles ligados a Robin Hood, el más conocido se cuenta que tiene más de mil años, es el Roble Mayor. Pero asimismo está el árbol del cual se narra que era el lugar de donde salían las rutas ocultas del Rey de los bosques, nos referimos al Árbol Central.

Pero lo que convierte a Robin Hood en un personaje imperecedero es su protección a los pobres e indefensos, a los que ampara y defiende a lo largo de los años con su espada. Se encarga de hacerse con parte de la fortuna de los lugareños acaudalados para repartirla entre los necesitados, consiguiendo la simpatía de los aldeanos sometidos por el poder de la autoridad y la penuria del día a día.

Se cuenta que Robin Hood termina su vida en el monasterio de Kirklees, en 1346. El Rey de los bosques hace vibrar su cuerno y lanza una flecha desde su aposento, dejando dicho que lo entierren allí donde la flecha caiga. Hoy en día la epopeya continúa, y en cualquier tienda especializada podremos encontrar la Espada de Robin Hood, porque los mitos, como todo lo invisible, permanecen en el corazón de las personas.

||EL SIMBOLISMO DE LA ESPADA||

Las Espadas poseen un simbolismo indudable, las encontramos en escudos, banderas, insignias… y tienen un significado concreto en el tarot y en los sueños. Vayamos por partes.

La espada es sin duda un símbolo de poder y valor, procedente de cuando sólo los hombres con autoridad las poseían, como ya hemos indicado anteriormente.

Citar aquí la denominada Espada de Damocles, expresión conocida por todos y que nos habla de un noble, de la corte de Dionisio II, tremendamente lisonjero que difundía halagos sobre su monarca continuamente y ensalzaba su poderío y fortuna. Decir que Dionisio II era un déspota que mandó en Siracusa (fue la ciudad griega más importante de Sicilia) entre los años 367-357 a.C. Dionisio, cansado ya de las alabanzas incesantes de Damocles, decidió aplicarle un correctivo y le propuso dejarle su puesto durante una jornada, para que así pudiese saborear las mieles de la felicidad. Una espléndida cena hizo las delicias de Damocles, donde se recreó en ser atendido como un soberano. Al terminar la comida se percató de la peligrosa espada que colgaba del techo poniendo en peligro claramente su vida. Le desaparecieron de inmediato los deseos de manjares, riquezas y bellasmujeres, y le rogó a Dionisio dejar de fingir que era quien en realidad no era. La espada de Damocles es una expresión que sugiere que las personas que exhiben un descomunal poder, a veces tienen una vida de gran incertidumbre, donde en un segundo pueden perder no sólo todo su poder, sino también su propia vida. La espada representa el peligro que se cierne perennemente sobre sus cabezas.

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En el mundo de los sueños las Espadas simbolizan también el poder, la valentía y la sensatez que ofrece el estar en contacto con el Yo superior. Soñar que se empuña una espada es un signo de alcanzar los fines deseados, al mismo tiempo que beneficiarse de cierta ayuda sobrenatural. Sin embargo, si la espada está quebrada nos habla de desengaños.

En el Tarot las Espadas atañen al elemento Aire, a todo lo que tiene que ver con el aspecto mental, con la cultura, el conocimiento, la sabiduría y la educación. Al mismo tiempo, reflejan también el riesgo y el coraje.


||MITOLOGÍA Y LEYENDAS||

La relación de la Espada con lo sobrenatural, lo divino, la mitología, las leyendas y, en fin, con el mundo inmaterial es frecuente, y proviene del principio de los tiempos. Ya en el Génesis se dice: "Y, desterrado Adán, colocó Dios delante del Paraíso de las delicias un querubín con una espada de fuego, que andaba alrededor para guardar el camino que conducía al árbol de la vida". Existen infinidad de narraciones donde las espadas poseen propiedades mágicas y vida propia, donde las espadas tienen alma y sólo los escogidos pueden tener una de estas espadas vivas.


Líderes tan conocidos como Gengis Kan o Atila se decía que poseían espadas fraguadas con metales divinos, por lo que poseían poderes sobrenaturales y eran capaces de llevar a la victoria a sus portadores. Para culturas arcaicas el hallazgo del hierro fue de tal valor que sólo podían adjudicárselo a algún dios o semidiós. En antiguas tradiciones escandinavas y germánicas se citan a diestros y excepcionales forjadores (principalmente enanos) que no son de este mundo, y que llegan a la Tierra desde otras dimensiones para ayudar a los humanos a crear espadas mágicas.

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La leyenda del Rey Arturo es una de las más conocidas. Arturo, hijo del rey Uther Pendragón, queda huérfano de madre al poco de nacer, por lo que suEspada progenitor le confía su formación al mago Merlín, que a partir de ese día le transmite al pequeñotodos sus conocimientos, y propicia que le adopte un noble de la zona, Sir Héctor, que le educa junto a su hijo Kay. El tiempo transcurre a su ritmo e, inevitablemente, las personas perecen y dejan este mundo. Eso le ocurre al rey Uther, fallece sin dejar un heredero para su reino y componentes de la nobleza se presentan ante el mago Merlín para que les ayude a localizar a quien debe ocupar el lugar del rey Uther. El Mago, les mira en silencio y provoca la manifestación de un peñasco con una espada sólidamente incrustada en la piedra, y una inscripción que reza: "Esta es la espada Excalibur. Quien logre extraerla de esta roca, merecerá ser coronado rey de Inglaterra". Todos los allí presentes lo intentan, pero sus esfuerzos son vanos.

Para Arturo también han pasado los años y es ya un joven impaciente por participar en el mundo que contempla a su alrededor, así que decide intervenir en un combate con espadas. Le acompaña Kay, y ambos se percatan que han olvidado sus armas. Arturo, desesperado, sale en busca de una espada para poder participar en el torneo y se encuentra con Excalibur. Su extrañeza al verla alojada en la roca no le detiene y tira de ella con fuerza, una luminosidad nívea resbala sobre él en ese momento, y la espada queda en sus manos con total docilidad. Sin embargo, al enterarse Sir Héctor de la hazaña le manda a Arturo que deje la espada donde la encontró. De nuevo se repite la escena anterior, todos los hombres ilustres intentan adueñarse del arma, sin lograrlo nuevamente, sólo Arturo la extrae con facilidad.

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Es indudable que es a aquel a quien corresponde ser rey de Inglaterra, y todos lo aceptan así prometiéndole lealtad. Pero algunos no habían quedado satisfechos con los acontecimientos, no entienden que un muchacho sin estirpe ostente la corona real, y se enfrentan a él. Merlín sale en su defensa, confesando que es descendiente del rey Uther, pero sus adversarios siguen su lucha contra el joven monarca hasta acabar derrotados. Arturo funda entonces la Tabla Redonda, con los caballeros leales a su persona, y decide la redondez de la mesa para reflejar la igualdad entre todos sus componentes.

El rey Arturo se desposa con Ginebra, y hace de Camelot su hogar, llevando tiempos de bonanza, paz y tranquilidad a Inglaterra. A su muerte, en la batalla de Camlann, decide que su espada, Excalibur, sea arrojada al fondo del lago, donde una mano la recoge para desaparecer con ella. Excalibur ha regresado a su poseedora primigenia: La Dama del Lago, ya que también se cuenta que la verdadera Excalibur es una espada que procede de otra dimensión, que es forjada en la isla de Avalón y entregada a Arturo por esta Dama de las aguas. También Arturo es llevado después de su muerte a la isla de Avalón, donde le cuidan hadas y otros seres mágicos que le devuelven a la vida.

En cuanto a Merlín hay distintas versiones de su partida de este mundo. Una de ellas dice que la Dama del Lago le tiene cautivo en un algún lugar misterioso, pero también se señala que ocupó en la Tabla Redonda un sitio prohibido y desapareció para nunca más aparecer.

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La leyenda del león de Checoslovaquia cuenta la historia de cómo consiguió este felino instalarse en el escudo checo. Y es que antiguamente habitaba en Praga un príncipe llamado Bruncvík, que un buen día se propuso abandonar la vida fácil para buscar el brillo del héroe y capturar un león para su escudo.

Su mujer le rogó que no partiera dejándola sola, pero el príncipe le entregó su anillo, al tiempo que cogía el de ella, y le dijo que no confiase en nadie hasta que no volviera a ver su anillo. Si transcurrían siete años y eso no sucedía, probablemente es que él habría sucumbido en su aventura. Y de este modo marchó, llevando con él una treintena de valerosos hombres.

Anduvieron por multitud de naciones, por tierra y por mar, y fueron presa de una monstruosa tempestad que lanzó su barco cerca de las tinieblas, dejándoles en poder de la Montaña de Ámbar donde quedaron cautivos. Todos fueron sucumbiendo hasta sólo quedar Bruncvík y uno de sus hombres más ancianos que sorprendentemente le manifestó entonces que conocía el modo en que el príncipe podía proteger su vida.

Dispuso que el soberano se escondiese, con su espada, dentro de un saco para depositarle en la cumbre de la Montaña de Ámbar y que un águila lo llevase lejos de allí. Así ocurrió, y la rapaz se llevó el saco y lo ofreció de comida a sus retoños, que resultaron muertos por la espada del rey al huir. Sus pasos le llevaron a un recóndito desfiladero donde descubrió la pelea entre un dragón de nueve cabezas y un león. Bruncvík ve su oportunidad para atrapar al león para su escudo, así que espada en mano se decide a enfrentarse al dragón de nueve cabezas, al que finalmente da muerte el león cuando el cansancio vence al príncipe.

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El soberano teme que el enorme felino le mate, pero éste se tiende junto a él y parece dispuesto a acompañarle en sus andanzas. Bruncvík intenta escapar del animal sin ningún resultado, hasta que se da cuenta que no le va a hacer daño y así se convierten en compañeros de viaje durante años.

Encuentran un rey que aparte de los dos ojos normales, tiene dos más por en la parte posterior de la cabeza. El príncipe le pide al extraño monarca que le auxilie para volver a su país, pero el rey le dice que sólo lo hará a cambio de que rescate a su hija del Basilisco, advirtiéndole que tenga cuidado con su veneno y especialmente con su mirada, pues sólo con ella es capaz de matar a un hombre. Bruncvík acepta el reto, pues no tiene elección, y parte con su amigo el león a desafiar al monstruoso ser, al que después de una feroz reyerta vencen finalmente entre los dos. Sin embargo, el rey no quiere dejarle partir porque su hija se ha prendado irremediablemente de él y quiere ser su esposa.

El príncipe no tiene más remedio que desposarse con la hija del rey, pero su desconsuelo es infinito y deambula día y noche por la fortaleza sin poder asimilar su mala suerte. En uno de sus apenados días descubre en el sótano del castillo una espada antigua, y sin pensárselo un minuto la sustituye por la suya. Más tarde le pregunta a su esposa, quien le dice que es una espada sobrenatural y con poderes mágicos, y que al empuñarla y recitar la frase: "Que se caigan las cabezas de mis enemigos", eso así ocurría. Bruncvík aguarda pacientemente la ocasión para comprobar la veracidad de la historia, y en una fiesta en su honor actúa como le ha indicado la princesa, para inmediatamente ver caer las cabezas de todos los presentes. Por fin puede escapar de su encierro obligatorio, y marcha hacia su país con su compañero el león. Pasa por múltiples vicisitudes antes de llegar a Praga, pero finalmente llega a su morada vestido de aldeano, encontrándose con que su esposa va a contraer matrimonio con otro hombre ya que han pasado más de siete años desde su partida.

El príncipe se marcha afligido, no sin antes depositar el anillo dentro de la copa de su esposa que al descubrirlo comprende que Bruncvík sigue vivo. Sin embargo, su futuro marido entra en cólera y parte con sus hombres a darle muerte, pero el príncipe utiliza su espada mágica y ve rodar las cabezas de sus enemigos de nuevo. Marcha prontamente a su castillo, donde es recibido con alborozo. Al poco tiempo ordena que la figura de su inseparable felino sea inmortalizada en su escudo.

Cuenta la leyenda que a la muerte del príncipe Bruncvík, el león queda tan afligido que parte con él a las pocas lunas derrumbándose sobre su sepulcro. Su espada mágica se incrusta en el Puente de Carlos, en Praga, cerca de la escultura que personifica al príncipe con el león a sus pies.


||¿ESPADAS MÁGICAS?||

No sabemos si en realidad existieron las espadas con poderes mágicos, si era cierto que poseían vida propia, alma, espíritu, esencia… pero lo cierto es que a muchos nos gusta pensar que sí, y puede que estemos en lo cierto, que realmente todo esté más vivo de lo que a veces pensamos. Probablemente hay cosas que no se estudian en los libros, que no se aprenden en las escuelas, porque sólo las conoce esa parte recóndita de nuestra alma que de vez en cuando nos susurra al oído frases y palabras que nos negamos a creer. Y quizá sólo tengamos que aprender a escuchar y a ver de ese otro modo, ya que tal vez sea cierto lo que afirmaba el monje Bernard de Morlaix al decir: "Los árboles y las piedras os enseñarán más de lo que podáis aprender de la boca de un doctor en teología". Y eso es lo que hace la vida maravillosa.

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