lunes, 22 de marzo de 2010

Abducidos


Miles de personas en todo el mundo afirman haber sido secuestradas por seres de otro planeta. Sus testimonios han dado origen a un fenómeno que se estudia en el contexto de la ufología: la abducción. Pero ¿qué hay de cierto en todo ello? ¿Qué explicación médica, si es que la hay, pueden tener las supuestas abducciones? 

ABDUCIDOS:

en busca del tiempo perdido...
FUENTE: Revista española MAS ALLA Nº 252


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¿Qué duda cabe de que los supuestos secuestros de seres humanos por parte de alienígenas, sean ciertos o no, constituyen uno de los fenómenos más apasionantes del siglo XX. Sin embargo, acercarse a un tema tan susceptible de fraude o engaño supone adentrarse en un terreno pantanoso, plagado de peligros, que intentan evitar incluso los más osados ufólogos por miedo a caer en el descrédito o el ridículo. Podría decirse que las abducciones son unos molestos “visitantes del dormitorio” de la ufología. En las siguientes líneas intentaremos aportar un poco de luz al asunto desde un punto de vista estrictamente científico, aunque ya les adelanto que nos resultará imposible determinar si las abducciones son un fenómeno real o no. Dado que no existen más pruebas que los testimonios de quienes afirman haber vivido una experiencia de este tipo, únicamente podremos intentar clarificar si dichos testimonios obedecen a una experiencia real o si están mediatizados por la experiencia de otros. Si lo están, no tienen ningún valor comoprueba de la existencia de abducciones alienígenas. Serán simplemente repeticiones de las historias de otros, aunque resulten muy convincentes tanto para el que las escucha como para el que las cuenta.


Un viaje accidentado

La primera vez que el público oyó hablar de abducciones fue en 1966, cuando el periodista John Fuller publicó El viaje interrumpido (The Interrupted Journey), en el que recogió la supuesta abducción sufrida por el matrimonio Hill la noche del 19 de septiembre de 1961 mientras regresaba a su hogar en Portsmouth (New Hampshire, EE.UU.), conduciendo por la ruta número 3 a través de las White Mountains. La revista Look publicó extractos del libro en sus números del 4 y 11 de octubre de ese año acompañados de una gran campaña publicitaria que hizo que la publicación vendiera más ejemplares que en toda su historia y que convirtió inmediatamente al libro en un best seller con numerosas reediciones.

Los posteriores relatos de abducciones fueron muy similares al de los Hill: el abducido es capturado y llevado a bordo de un platillo volante; es desnudado y tumbado sobre una camilla; es examinado mediante instrumentos especiales, prestando especial atención a sus órganos reproductores; es paseado por la nave; se le transmiten instrucciones o algún tipo de mensaje y, finalmente, es devuelto al lugar en el que se le capturó después de haberle borrado el recuerdo de su experiencia, que será más tarde recordada mediante el uso de la hipnosis regresiva. Es entonces cuando el abducido empieza a preocuparse por ese “tiempo perdido”. En 1965 la respetada revista británica Flying Saucer Review publicó el caso del brasileño Antonio Villas Boas, que afirmaba haber sido abducido la noche del 16 de octubre de 1957 y obligado a mantener relaciones sexuales con una alienígena. En la década de 1970 otra serie de casos atrajo la atención del público. En 1973 se conoció el de Charles Hickson y Calvin Parker, que decían haber sido abducidos mientras pescaban en el río Pasacagoula (Mississippi, EE.UU.). 1975 fue el año en el que Travis Walton fue presuntamente abducido en el Parque Nacional de Sitgreaves (Arizona, EE.UU.), y en el que la NBC emitió el telefilme de dos horas de duración The UFO Incident (El incidente OVNI), basado en el libro de Fuller. Emitido el 20 de octubre de 1975 y repuesto el 9 de septiembre de 1976, en ambas ocasiones en horario de máxima audiencia, fue visto por millones de personas. En los dos años siguientes se denunciaron más de cien casos de abducciones. En 1978 se publicó The Walton Experience, escrito por el propio abducido, y The Andreasson Affair, en el que el investigador Raymond Fowler recogió el caso de Betty Andreasson, supuestamente abducida el 25 de enero de 1967 en el salón de su propia casa en Ashburnham (Massachussets, EE.UU.). En 1980 apareció The Tujunga Canyon Contacts, de Ann Druffel y Scott Rogo, un libro en el que se contaba la historia de cinco mujeres abducidas durante más de dos décadas. Todo ello hizo que los ufólogos empezaran a tomarse el tema muy en serio durante la siguiente década.

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Tiempos perdidos

Uno de ellos fue Budd Hopkins. En su libro Missing Time (1981) popularizó el término “tiempo perdido” e hizo que muchos de sus lectores acabasen reflexionando sobre la posibilidad de haber sufrido ellos mismos una experiencia similar a la que se recogía en los siete casos descritos minuciosamente en su obra: “Son historias que pueden sucederle a cualquiera: a sus vecinos, a sus seres queridos e, incluso, a usted”, advertía la publicidad. En 1987, Whitley Striber, el afamado autor de novelas de terror como El ansia (The Hunger, 1981), contó su propia experiencia en Communion: A True Story, que se posicionó en el número uno de la lista de los best sellers de “no ficción” del New York Times y del Washington Post.
Ese mismo año el folclorista Thomas E. Bullard realizó un estudio para la Fund for UFO Research en el que registró más de 300 casos de abducciones y Hopkins publicó Intruders, una obra en la que relataba casos tan espantosos como el de Kathy Davis, que había quedado embarazada después de ser abducida y cuyo feto le había sido extraído a los pocos meses por los alienígenas. Hopkins y Strieber fueron quienes hablaron por primera vez de lo que luego se conoció como “visitantes de dormitorio”. Como consecuencia de la atención prestada al tema, el número de casos notificados aumentó considerablemente. En 1992 el historiador David M. Jacobs publicó el informe Secret Life: Firtshand, Documented Accounts of UFO Abductions, en el que afirmaba que el objetivo de las abducciones era la hibridación. Ese mismo año The Roper Organization –que contaba con Jacobs y Hopkins como asesores– realizó una encuesta a 6.000 estadounidenses y llegó a la conclusión de que 1 de cada 50 presentaban signos de haber sido abducidos. Extrapolando la cifra al total de la población, el número podría haber sido de ¡unos 6.000.000! Con el patrocinio del millonario Robert Bigelow, se enviaron copias de dicho informe a todos los miembros de la American Psychia- tric Association, es decir, a psiquiatras, psicólogos y profesionales de la salud mental de todo Estados Unidos. El fenómeno ganó credibilidad con la publicación en 1994 de la obra Abduction: Human Encounters with Aliens, en la que el psiquiatra, profesor en Harvard y premio Pulitzer, John E. Mack, que había acompañado a Hopkins en sus numerosas sesiones de hipnosis a supuestos abducidos, analizó un centenar de casos. Se trató de la primera obra del género respaldada por un científico con unas impresionantes credenciales académicas.


Visitas incómodas en el hogar

El modelo “clásico” de abducción fue dando paso a otro, al de los “visitantes de dormitorio”, en el que los alienígenas ya no necesitaban sorprender al testigo en medio de una solitaria carretera a altas horas de la madrugada, sino que accedían a él directamente en su dormitorio, procediendo a transportarlo al interior de su nave espacial. Allí, en una sala fuertemente iluminada y aséptica, llevaban a cabo sus extraños experimentos, que incluían la inserción de implantes para tener localizadas a sus víctimas o la extracción de óvulos –e incluso las relaciones sexuales convencionales– para alterar genéticamente su propia especie o crear híbridos alienígenas-humanos y poder así colonizar nuestro planeta. Como la abducción es un secuestro en toda regla y, por lo tanto, un delito –al que se añadiría efectuar procedimientos médicos sin contar con el consentimiento informado de la víctima–, y las autoridades no tomaban ninguna clase de medidas, era evidente que existía una complicidad entre los principales gobiernos de la Tierra (sobre todo el de Estados Unidos) y los alienígenas, a los que permitirían llevar a cabo sus experimentos a cambio de tecnología extraterrestre. Una característica constante dentro del fenómeno de las abducciones es el hecho de que las personas que supuestamente han vivido uno de estos episodios solo los recuerdan de manera fragmentada, como si los alienígenas les hubieran borrado la memoria consciente del hecho o como si el propio cerebro del testigo –ante el trauma que supone una experiencia de este tipo– hubiera decidido olvidarlos quedando en el abducido tan solo la impresión de que un importante lapso de tiempo de su vida ha desaparecido. Por ello, la piedra angular del fenómeno de las abducciones es la recuperación de esos recuerdos de la experiencia, de ese “tiempo perdido”, mediante la hipnosis regresiva. Y ese es, precisamente, el punto más débil del fenómeno.

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Falsas memorias

Para los defensores de esta técnica, la mente posee la capacidad de reprimir determinados recuerdos y de enterrar en el inconsciente todo rastro de abusos traumáticos sufridos en el pasado, aunque estos hechos pueden salir a flote y ser recordados y revividos incluso muchos años después gracias a ella. Sin embargo, como dice Richard Ofshe, profesor de Sociología en la Universidad de Berkeley (California, EE.UU.) y ganador de un premio Pulitzer en 1979, en su Making Monsters: False Memories, Psychotherapy, and Sexual Hysteria (1994) (Construyendo monstruos: memorias falsas, psicoterapia e histeria sexual), la memoria no es una cámara de fotos. Lo que recordamos no es exactamente lo que ocurrió, sino que está sometido a procesos de deterioro y a la incorporación de eventos que nunca sucedieron. La mente humana es muy eficaz para generar y almacenar imágenes de representaciones de la experiencia, pero lo es poco para retener y clasificar las fuentes de esas mismas imágenes. Los seres humanos a menudo confundimos las fuentes de nuestra información y podemos aceptar como experiencias personales sucesos y experiencias que nos han sido sugeridos por otros. Es decir, que no solo elaboramos falsos recuerdos sino que, además, nos los creemos por completo. En este sentido, la hipnosis regresiva es una técnica muy poco fiable y una pésima forma de recordar hechos reales, pero una buena manera de crear falsos recuerdos, ya que estimula la imaginación y afloja las restricciones de la realidad, por lo que la gente se vuelve más propensa a confundir los episodios que imagina, que le han sido sugeridos, que ha leído o visto en la televisión o en el cine con otros que realmente le han sucedido. La hipnosis regresiva se convirtió en una peligrosa moda en Reino Unido y Estados Unidos durante el siglo pasado. Durante los años 80 originó un “pánico satánico” en Estados Unidos que hizo creer a muchos en la existencia de más de 1.000.000 de satanistas dedicados a sacrificar animales, abusar de niños y cometer horrendos crímenes rituales (entre 50.000 y 60.000 al año, a pesar de que el número de homicidios anuales no llegaba a los 25.000).

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Una experiencia muy "real"

Para los cientos de personas que han “recuperado” mediante hipnosis la vivencia de una abducción, los hechos verdaderamente sucedieron. No importa que nunca hayan estado dentro de un platillo volante ni puedan aportar prueba alguna. Su cerebro les dice que sí, y para ellos eso es lo único que importa. Esa es su única realidad. En 1977 el profesor Alvin Lawson indujo a 16 estudiantes de la Universidad Estatal de California (Long Beach, EE.UU.) a un estado hipnótico durante el cual les repitió varias veces que habían sido abducidos.

Cuando les preguntó por los detalles, estos no escatimaron en dar elaboradas explicaciones e incluso aportaron datos que el profesor no había mencionado. Susan Clancy, psicóloga de la americana Universidad de Harvard y profesora del Instituto Centroamericano para la Administración de Empresas de Nicaragua en el área de Comportamiento del Consumidor, escribió en 2005 un libro titulado Abducted: How People Come to Believe they Were Kidnapped by Aliens.
Según la doctora Clancy, la gente busca explicaciones a ciertos trastornos que sufre (problemas sexuales, episodios de depresión, dificultades para dormir, etc.) y el haber sido abducidos por seres de otro planeta es uno de los argumentos a los que poder recurrir, ya que, desde hace décadas, en Occidente vivimos culturalmente rodeados de alienígenas. Hasta quien no tiene ningún interés por el tema se ha visto expuesto en alguna ocasión a un relato de abducción. En una ocasión Clancy pidió a sus estudiantes nicaragüenses –todos ellos licenciados universitarios– que representaran a un extraterrestre y “dibujaron un esquelético gris macrocéfalo con grandes ojos y me dijeron lo que esos alienígenas hacían: te secuestran para experimentar contigo y hacer que tengas bebés”, explicó Clancy.

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Sueños que paralizan

Uno de los trastornos a los que hacía referencia la doctora Clancy es lo que se conoce como “parálisis del sueño”. Se caracteriza por que una persona que se encuentra durmiendo despierta bruscamente y, aunque es capaz de abrir los ojos, no puede mover la cabeza, el tronco ni las extremidades. Se interpreta como una intrusión del sueño REM en la fase de vigilia, es decir, que aunque la persona está despierta, su cuerpo y parte de su cerebro están todavía en esa fase del sueño caracterizada por la actividad cerebral que conocemos como “soñar”. La presencia de elementos oníricos toma forma de sensaciones extrañas que van desde flotar fuera del cuerpo a auténticas alucinaciones, tanto auditivas, táctiles, olfativas y gustativas como visuales. Entre estas últimas se encuentra la visión de seres humanos –tanto vivos como difuntos–, monstruos, demonios o animales con los que puede llegarse a interactuar. La experiencia puede tener toda la fuerza y el impacto de la realidad, por lo que suele acompañarse de una gran ansiedad o sensación de muerte inminente, dificultad para respirar, taquicardia o sensación de opresión en el pecho. Dura entre unos pocos segundos y varios minutos y se resuelve espontáneamente o tras el contacto con otra persona, ya sea táctil o verbal. La explicación que ofrece quien ha padecido una parálisis del sueño viene marcada por el contexto cultural en el que se encuentra. En Terranova (Canadá) se conoce como “la vieja bruja” porque se asocia a visiones de una desagradable anciana sentada a horcajadas sobre el pecho de la persona. En Hong Kong es la “opresión fantasmal” porque se cree que durante el sueño el alma de una persona es vulnerable a la influencia de los espíritus. Entre los inuit se piensa que es debida a ataques de chamanes o espíritus maléficos; en Japón se le llama kanashibari y se relaciona con la magia del dios budista Fudoh-Myohoh, usada por monjes vengativos. En Europa, durante la Edad Media fue achacada a los ataques nocturnos de íncubos y súcubos, demonios capaces de asumir la forma de mujeres para tener relaciones sexuales con hombres y robarles su esperma (súcubos) para luego, como íncubos, embarazar a mujeres con el mismo. Entre los siglos XV y XVII, durante la “caza de brujas”, fueron estas las responsables, utilizando sus poderes diabólicos para aterrorizar a quienes las habían ofendido de alguna forma. Si el sistema de creencias de una persona afectada por alguno de estos episodios incluye la creencia en las abducciones alienígenas, es fácil compren- der la conclusión a la que llegará. En 2005 McNally y Clancy publicaron en Transcultural Psychiatry un artículo titulado Sleep Paralysis, Sexual Abuse and Space Alien Abduction en el que notificaron una mayor incidencia de parálisis del sueño entre quienes afirmaban haber sido abducidos que entre el grupo control. Y a la misma conclusión llegaron French, Santomauro y Hamilton en su Psichological Aspects of the Alien Contact Experience, publicado en Cortex en 2008.

Estas personas estarán completamente seguras de haber sido abducidas cuando encuentren un terapeuta o investigador (generalmente especializado en el tema) que use la hipnosis para ayudarles a “recordar” lo que creen que les ha sucedido. Evidentemente, en Estados Unidos no es demasiado difícil encontrar a uno de estos profesionales que, tal vez, durante el proceso pueda sugerir –voluntaria o involuntariamente– que los alienígenas están detrás de sus problemas. El Real Colegio de Psiquiatras británico publicó el 1 de octubre de 1997 unas normas referentes a las técnicas de “recuperación de recuerdos” en las que advertía que no está probado que esta clase de técnicas pueda suministrar información exacta sobre hechos pasados o siquiera recuerdos de experiencias reales. Es decir, que la única prueba de las abducciones es el testimonio de quienes afirman haber sido objeto de ellas. Un testimonio obtenido, además, mediante una técnica muy poco fiable. Y en una cuestión tan importante no sirve el testimonio de testigo alguno. Todo el mundo puede cometer errores o inventar historias para obtener dinero, atención o fama. En febrero de 2007, Robert Luca Jr., el hijastro de Betty Andreasson, denunció que todo el asunto de las abducciones había sido un fraude urdido por su padre, al que acusó de ser un alcohólico y un mentiroso compulsivo que manipulaba a su madrastra, que se consideraba a sí misma una especie de profeta. Como dijo Hume, “ningún testimonio basta para confirmar un milagro a menos que ese testimonio sea de tales características que su falsedad sería más milagrosa que el hecho que pretende confirmar”.

Siguiendo esta máxima, es más probable que las personas fantaseen o interpreten en un contexto cultural muy concreto determinadas experiencias poco comunes que el hecho de que seres procedentes de otros planetas lleven años secuestrando humanos, un hecho tan sorprendente como que –según las irónicas palabras del inolvidable Carl Sagan, que no solo quería creer, sino saber– “la mayoría de sus vecinos ni siquiera se hayan dado cuenta de ello”.

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Secuestros de película: Así los vio el cine

El cine no ha permanecido ajeno al fenómeno. Millones de personas en todo el mundo se han familiarizado con las abducciones y los pequeños alienígenas de enormes ojos negros gracias a Encuentros en la tercera fase (Steven Spielberg, 1977). En 1989, Philippe Mora se encargó de dirigir la adaptación de Communion y en 1992 se dramatizó Intruders (Dan Curtis). En 1993 se estrenó Fire in the Sky (Robert Lieberman), basada en la historia de Travis Walton. Muchos creyeron que Alien Abduction: Incident in Lake County (Dan Alioto, 1998) era la grabación casera real de la abducción de la familia McPherson y la cosmogonía OVNI posmoderna entró en los hogares de los televidentes de todo el mundo de la mano de Expediente X (Chris Carter, 1993-2002), considerada una de las series más exitosas e influyentes producidas por la televisión estadounidense en las últimas décadas. En 2002 Spielberg produjo Taken, una serie de diez capítulos para la televisión en la que se contaban las abducciones sufridas por tres familias durante cuatro generaciones a lo largo de 50 años. El fenómeno vuelve a estar de moda gracias a The Fourth Kind (Olatunde Osunsanmi, 2009).

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Ritos satánicos...

En la década de 1990, la “recuperación de recuerdos” de supuestos abusos sexuales en la infancia, casi siempre por parte del padre, dio lugar en EE.UU. a espantosos procesos judiciales. El más famoso de ellos fue el llevado a cabo contra Paul Ingram, hombre profundamente religioso, padre modelo, ayudante del sheriff de Olympia (Washington, EE.UU.) y presidente del Partido Republicano local, que el 28 de noviembre de 1988 fue arrestado después de que sus dos hijas, Ericka y Julie, de 22 y 18 años respectivamente, lo acusaran de haberlas obligado a practicar toda clase de aberraciones sexuales y de ser el líder de un culto satánico. Los psicoterapeutas lograron convencerle de que los agresores sexuales borran con frecuencia de su memoria todo vestigio de sus fechorías y finalmente le arrancaron una confesión basada en falsos recuerdos. Sin embargo, mientras esperaba la sentencia, sin la presión de los interrogatorios, Ingram afirmó que sus recuerdos eran fantasías provocadas por la sugestión e intentó retractarse. A los jueces les sonó a excusa de última hora y le condenaron a 20 años de cárcel. Allí permaneció hasta el 8 de abril de 2003.

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6 comentarios:

  1. Hola tengo 19 años y desde que tengo conocimiento siento que algo me acompaña a cada momento, esto no lo hablo mucho porque me pueden decir loco y que se yo, les voy a contar una parte de mi historia.
    yo nací en Villarrica-Chile en 1990, cuando era chico mi familia se mudo a Cipolletti-Argentina por lo tanto me crié en Argentina, recuerdo muy bien que en una madrugada cuando tenia aproximadamente 3 años me despertó una mujer vestida con muchos trapos la atribuí a la imagen de la virgen maría durante toda mi infancia,esto nunca lo comente, bueno esta mujer me pincho el brazo (tipo pinchazo para sacar sangre) bueno en fin no le di importancia era muy chico, pero esto continua, a los 10 años comencé a ver OVNIS me daban miedo, lógico para la edad, pero una noche cuando dormía solo en mi habitación, observe un ser de color verde agua como de 1.60 mts entrando a mi pieza, recuerdo que me levante de la cama y grite muy fuerte pero no me salia la vos, cuando de repente desperté en la mañana, pensé, que fue pesadilla... pasaron los años, me fui a Concepción-Chile con 17 años , bueno acá empieza todo de nuevo !!, sentía presencias en mi casa,me pasaban cosas extrañas, en fin para mi penaban en esa casa. me acostumbre a eso.
    Una noche como cualquiera, me tenia que levantar a las 6 AM así me preparaba para el colegio, tenia insomnio eran las 3 AM ,cierro los ojos así me dormía de unas vez, acostado boca arriba, cuando de pronto siento que se me paralizan solamente los brazos,por ello no fue una parálisis de sueño, esto acompañado con un ruido como de mosquito pero mucho mas fuerte, me dio mucha paz, no tenia miedo, me dije a mi mismo los voy a ver !! ..abro los ojos y mi dormitorio era todo negro no veía ni la luz de la ventana, fueron como diez segundos ese lapso, sentí en ese momento que me apretaron fuertemente el dedo que esta al lado del dedo chico en mi mano izquierda y subió algo atravez de mi brazo hasta llegar al codo, ahí me quede dormido. Bueno me despierto totalmente drogado (no podía moverme)tipo 5 AM y con mucho dolor en testículos, esa madrugada me quede pensando lo sucedido, trate de ser lo mas escéptico posible, en fin me fui al colegio, cuando regreso ah casa le comento a mi viejo, y el me dijo: a los 19 años me paso lo mismo, pero a el le dieron vuelta la cama, quede congelado de miedo y me sentí con mucha rabia porque no podía hacer nada, bueno pasaron los meses yo comencé a contactarme con gente que paso por lo mismo en la zona, encontré un grupo que me quería ayudar, eran raelianos, es un credo que lo fomento un periodista francés que dice ser raptado por los elohim, bueno me gusto la onda que tenían, así que decidí ir a su "cede", tenia que ir un día sábado 27 de febrero, fue el terremoto por lo tanto no pude ir, (apropósito yo presentí el terremoto un mes antes), en fin vuelvo para Argentina y salio la conversación con una amiga y la madre de ella me da un libro de Pedro Romaniuk que pareciera que lo hubiese escrito yo hasta el capitulo 6. bueno ahí me convencí que algo pasa conmigo, desde el día del terremoto digamos siento que me comunico con seres distintos, por ejemplo cuando miro al cielo con esperanza de ver algo extraño , lo veo, siempre pasa!, una de las noches pasadas dormía en mi cuarto y "soñé" que entro un hombre mas alto que yo (mido 1.80) a mi cuarto me levanto de la cama y le dije: DENME MAS TIEMPO, y me obligo pegarle a un ser mas pequeño, yo no quería y al final le pegue a los dos, luego desperté y me dije "estoy re loco", también soñé teniendo relaciones sexuales en una habitación rara, una vez fue con una oriental, me pareció extraño. ya es mucho! que alguien me asesore , por eso escribo para que alguien me diga algo !! me siento re loco

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  2. pero si escribis como anonimo

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  3. contactame:porcelain_8@hotmail.com,tbn soy Chilena.

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  4. no creo que estés loco,en absoluto.

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  5. hola quisiera dejar un blog. me parece interesante que alguien publique sus sueños así
    deberían hecharle un ojo cada cierto tiempo, adios besos
    liss


    http://dreamssequel.wordpress.com/

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